Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2321

2321 Predisposición.... Instinto en las etapas preliminares....

3 de mayo de 1942: Libro 32

La predisposición de un ser humano no le exime de tener que hacerse responsable de sus acciones y pensamientos. Porque cada humano tiene a su disposición fuerza y gracia para superar cualquier mala predisposición si así lo desea. Además, su alma ha asumido peculiaridades en su encarnación como ser humano que bien podría haber descartado en sus deformaciones anteriores y ahora se le asignan tareas como ser humano que corresponden a su predisposición actual, es decir, que le dan al alma la oportunidad de salir con éxito de ella para poder luchar contra esa predisposición. Pero el libre albedrío siempre debe volverse activo, y Dios fortalece esto también según su actitud hacia Él.

Si el ser humano reúne la voluntad de pedir ayuda a Dios en la lucha contra sí mismo, contra sus propias debilidades y errores, entonces la fuerza para liberarse de esto fluirá hacia el humano. Aunque esto requiere una lucha cada vez mayor, lo que no podrá ser evitado al humano porque el alma ha superado sus límites establecidos en las etapas preliminares, es decir, lo espiritual, que ya tenía su estancia en una forma más relajada, aprovechó esta relajación hasta los últimos límites que le fueron fijados. En cierto sentido, esto llevó los instintos a su máxima desarrollo, que ahora en la encarnación como ser humano tienen que ser amortiguados nuevamente, lo que requiere una mayor fuerza de voluntad.

Del mismo modo es posible que lo espiritual se haya moderado en las etapas preliminares, es decir, que no haya aprovechado plenamente los límites que se le habían impuesto, lo que ahora resulta en una lucha menos difícil del desarrollo superior en la Tierra. Pero la predisposición siempre es tomado en cuenta por las condiciones de vida en las que el ser, según su predisposición, también tiene la oportunidad de convertirse en su amor. Parece que a algunos humanos les cuesta más luchar, pero nunca se les pide nada imposible, ya que la fuerza y la gracia siempre están disponibles para ellos sin medida, pero esto debo ser pedido por ellos mismos porque el alma ha usado previamente la libertad que se le concede de manera equivocada y esto no los exime de responsabilidad....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise