Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2288
2288 La esencia de la Deidad Eterna....
3 de abril de 1942: Libro 32
La esencia de la Deidad Eterna no puede ser captada por el entendimiento humano, pero es más comprensible para un corazón amante, porque para poder sondear a Dios, el hombre debe estar lleno de amor, ya que el amor es la sustancia original de la Deidad Eterna y lo igual sólo puede ser entendido por lo igual. Si el hombre se desarrolla en el amor, entonces nada le resultará extraño o inexplicable, y así podrá penetrar en la esencia de la Deidad Eterna, porque es su espíritu el que le introduce en todo conocimiento, y su espíritu puede darle la aclaración completa porque el humano mismo es parte de la Deidad Eterna....
Dios es luz y poder en Sí Mismo, es decir, omnisciente y omnipotente.... Él es omnipresente.... Es amor en la máxima potencia.... Es un Ser que reúne en Sí Mismo todos los méritos, que es por tanto altamente perfecto.... Él es ilimitado, es decir, no está sujeto ni al tiempo ni al espacio, Su principio y Su fin no están en ninguna parte.... Cualquier cosa que Él quiera, eso sucede.... Él sabe acerca de cada criatura en el mundo, y Su Espíritu controla el universo entero, y así el Espíritu de Dios Se expresa siempre y en todo lugar.... amor, sabiduría y poder.... este es el principio. El amor ha dado vida a todo lo que existe. La sabiduría dio a cada obra de la creación su tarea, y el poder de Dios asegura la existencia de lo que el amor suscitó.
Sin el poder, el amor y la sabiduría de Dios sería un término vacío, porque nada sería posible porque para ello se requiere el poder. Pero el poder no permitiría que nada perfecto surgiera si la sabiduría fuera el factor determinante de la creación, que da a cada cosa un propósito y un objetivo; de lo contrario, nada perfecto sería concebible. Pero Dios es sumamente perfecto, y por eso todo lo que de Él ha surgido también será perfecto y dejará ver un cierto orden espiritual.
La esencia de Dios es algo sumamente perfecto y sin embargo inexplicable para el hombre, porque las leyes terrenas son completamente eliminadas y el hombre no es receptivo al conocimiento de las leyes sobrenaturales. Así sólo podrá explicar y afirmar la esencia de Dios cuando haya abandonado su cuerpo terrenal y haya encontrado la entrada al reino de los espíritus. Entonces todos los pensamientos terrenales desaparecen y el alma ahora es más capaz de sondear la esencia de la Deidad Eterna....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise