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2286 Posibilidad de un mayor desarrollo en el más allá.... Ayuda....

2 de abril de 1942: Libro 32

El reconocimiento de una forma de vida vivida equivocadamente en la Tierra es indeciblemente amargo para el alma ahora libre del cuerpo y suele ponerla en un estado de remordimiento tortuoso y desalentador al mismo tiempo. Porque ahora se ve privada de cualquier oportunidad de compensar lo que perdió porque se siente impotente. Ella todavía no conoce las posibilidades de un mayor desarrollo en el más allá, porque el conocimiento de esto es sólo el resultado de un cambio total de opinión. Lo que le faltaba en la Tierra era el amor expresado en buenas obras, y esta falta de amor es la causa de su ahora tortuosa condición. Si quiere alcanzar las alturas en el más allá, primero debe despertar el sentimiento de amor que le falta.

La necesidad de las almas que sufren como ella debe tener tal efecto en ella que se vuelva dispuesta a servir y a tratar de aliviarlas esta necesidad por ellas. Pero antes de eso, es imposible mejorar su situación, y a menudo pasan tiempos inimaginablemente largos antes de que un alma así decida servir con amor. El amor propio de estas almas suele ser tan grande que sólo piensan en su propio sufrimiento y no tienen compasión por la situación de otras almas, y entonces no pueden liberarse de su estado actual, porque la ley del amor debe cumplirse, ésta es y sigue siendo la primera condición para el progreso del alma.

Y, sin embargo, el camino hacia la altura se puede recorrer muy fácilmente si estas almas se ponen en contacto entre sí y tratan de aliviar juntas su sufrimiento. Porque la voluntad de hacerlo ya les aporta fuerza, que les es transmitida por parte de los seres de luz, que respetan cada sentimiento de amor y están inmediatamente dispuestos a ayudarles. Este ayudarse mutuamente no consiste en una actividad terrenal, sino más bien en el intercambio de sus experiencias, en querer aclarar. Es comprensible que esto último sólo sea posible si el alma tiene conocimiento, porque lo que quiere dar debe poseerlo de antemano.

Y con un alma así, este conocimiento es todavía muy limitado y, por lo tanto, la voluntad de ayudar también es mínima. Entonces el alma debe tener el deseo de aumentar su conocimiento para poder ayudar a otras almas. Entonces se le imparte conocimiento de acuerdo con este deseo, se le ofrece la oportunidad de participar en instrucciones, y si no está completamente endurecida por la propia necesidad, aprovecha cada oportunidad, porque cuando recibe tales instrucciones también siente un aumento de fuerza y un alivio de la propia necesidad. Una vez que el alma ha tomado este camino, inevitablemente se esfuerza hacia arriba, porque entonces se siente feliz de poder dar y participa en las necesidades de otras almas, es decir, busca ayudarlas.

Esta enseñanza de las almas que aún tienen poco conocimiento es un estado dichoso que las impulsa a una actividad cada vez más activa; En consecuencia, la miseria de su alma termina en el momento en que se vuelve misericordiosamente hacia las almas que sufren.

Y los humanos pueden contribuir infinitamente a este cambio en su pensamiento y en su voluntad, que trae la liberación del alma, si recuerdan profundamente en la oración a aquellos que no pueden liberarse del estado tortuoso del amor propio con sus propias fuerzas, si les dan a estas almas fuerza a través de sus oraciones y así hacerles accesible el camino hacia las alturas. Un alma redimida por la oración agradece mil veces al humano por haberle brindado apoyo en momentos de total debilidad de voluntad y de pensamiento erróneo. Y con ello las muchas almas que también se ven aliviadas de su gran necesidad mediante esta ayuda....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise