Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2280

2280 Formar el alma para recibir luz y fuerza.... Actividad redentora....

29 de marzo de 1942: Libro 32

Sólo unos pocos humanos son capaces de ponerse en el estado que es necesario para ser receptores de luz y la fuerza de Dios. porque estos deben matar la voluntad hacia el mundo, pero permitir que la voluntad hacia Dios se haga cada vez más fuerte, y esto último sólo es posible si el ser humano es profundamente creyente, es decir, debe dirigirse a Dios como resultado de la fe, porque no se le podrá demostrar la ventaja de una conexión con Dios ni la desventaja de una vida sin Dios....

En cierta medida debe esforzarse por lograr un objetivo que sólo puede fundarse en la fe. Y sólo unos pocos humanos perseguirán este objetivo porque no se les puede dar ninguna garantía sobre la exactitud o veracidad de lo que creen. Y sin embargo, es precisamente esta creencia que tiene un éxito increíble.... La creencia en un Dios de amor, sabiduría y omnipotencia es de un valor inestimable, porque a través de tal creencia el hombre se forma en lo que debe ser para poder recibir luz y fuerza de Dios. La Deidad, La que él reconoce, también le acepta a él.... Ella se acerca a él y lo colma con Su gracia.... Ella lo atrae hacia Si y convierte un ser débil e impotente en un ser lleno de fuerza y poder....

A través del reconocimiento de la Deidad Eterna, al creer en un poder que es extremadamente fuerte, sabio y bondadoso, el ser humano se convierte en un co-receptor de lo que emana ese poder y, en cierta medida, se separa de la humanidad a la que pertenece en la Tierra.... Todavía puede estar en la vida corporal fuera de donde reside su cuerpo.... Puede conectarse con un mundo que está fuera de la Tierra, puede conectarse con seres fuera de la Tierra, e incluso puede entrar en contacto con Dios Mismo a través de la profunda creencia de que hay un mundo fuera de la Tierra y que no hay barreras entre uno mismo y el mundo espiritual, sus habitantes y el Ser supremo....

Porque si un ser humano cree en el amor de Dios, también sabe que este amor se inclina hacia él lleno de misericordia.... sabe que este amor lo creó con un propósito, y ahora trata de sondear el propósito para poder cumplir con su tarea. Y así su voluntad se vuelve activa, y cuanto más profunda se vuelve su fe, más fuerte también se vuelve su voluntad.... Pero Dios profundiza esta fe y esta voluntad mediante el influjo de Su poder, porque Él permite que esto llegue a un ser humano en toda plenitud que se esfuerza hacia Él, y así, el ser humano se separa del mundo terrenal por causa de su fe es ricamente considerado.... él recibe y es ricamente recompensado por lo que renuncia en la Tierra....

(29.03.1942) Pero el objetivo del humano suele ser aumentar la riqueza terrenal y así volverse incapaz para recibir luz y poder de Dios. Porque no cumple ninguna condición y, por lo tanto, su alma no está formada de tal manera como tiene que ser para recibir la emanación de Dios. Y esto también tiene como consecuencia que hay que poner en duda el desarrollo superior del género humano, ya que éste es inconcebible sin la transmisión del poder de Dios. La humanidad siempre permanece en el mismo nivel, si no se desarrolla hacia atrás. No se beneficia de la encarnación en la Tierra y, por lo tanto, permanece en el estado alejado de Dios que tenía que mostrar al comienzo de la encarnación del alma.

En todo el proceso del desarrollo superior se ha producido un estancamiento a través de la voluntad del ser humano porque la fe es débil o falta por completo en un Dios de amor, sabiduría y omnipotencia. Y por eso los humanos necesitan urgentemente ayuda, en forma de instrucciones de un prójimo en quien esta fe todavía sea fuerte y que pueda así transmitir la fuerza de Dios a aquellos, que él mismo recibe mediante su fe. Tal mediador tiene una tarea sumamente importante que cumplir, que sólo podrá llevar a cabo si Dios Mismo le da la mano y aumenta su fuerza, para que a través de una obra extraordinaria pueda despertar o profundizar la fe de sus semejantes.

Por eso tiene que estar constantemente dispuesto a actuar como mediador entre Dios y los humanos, y eso requiere toda su voluntad y devoción para servir. Pero es la tarea más hermosa que el humano puede realizar durante su existencia terrenal.... llevar luz a la humanidad que vive en las más profundas tinieblas espirituales y arrancarla de estas tinieblas. Y los pocos siempre podrán gozar de la gracia de Dios, y Dios los asistirá y aumentará sus fuerzas, fortalecerá su fe, se apoderará del alma que se somete a Él en su amor y los llevará seguros a las alturas, porque cumple su verdadero propósito de existencia.... ya está activa en la Tierra de manera redentora y por lo tanto es candidato al reino de Dios, que no es de este mundo....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise