Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2276

2276 Contacto con el mundo espiritual.... Llamado de ayuda....

26 de marzo de 1942: Libro 32

El contacto del alma con el mundo espiritual aumenta el rendimiento tanto en las actividades terrenales como espirituales. Porque entonces los seres espirituales apoyan al ser humano con sus fuerzas. En el amor siempre se preocupan por promover la salvación del alma del ser humano y por eso hacen todo lo que pueda ser de beneficio para el alma. Por eso también apoyan al humano en sus actividades terrenales para facilitarle su esfuerzo espiritual. También le inspiran para un constante intercambio espiritual de pensamientos y así lo promueven continuamente en su desarrollo espiritual.

Sin la ayuda de estos seres espirituales, el ser humano se encuentra en una situación muy difícil, porque entonces está constantemente influenciado por las fuerzas malas, es decir, las distracciones terrenales le impiden el esfuerzo espiritual, y la actividad terrenal a menudo también se ve influenciado desfavorablemente por ellas, para hacer que el humano no sea apto para trabajar en su alma. Tan pronto como el humano entra en contacto con las fuerzas buenas, no tiene por qué temer un retroceso, porque éstas sólo requieren la voluntad del humano de utilizar su ayuda y entonces está listo para brindar cualquier ayuda. Y es por eso que siempre debe pedirles su ayuda mediante un llamado silencioso y una sumisión voluntaria a su influencia. Porque Dios las ha dado a los humanos como guías a lo largo de la vida en la Tierra, siempre que están dispuestos a dejarse guiar por ellas.

Pero para no poner en peligro el libre albedrío del ser humano, los seres espirituales están sujetos a leyes que sólo hacen posible su ayuda cuando los mismos humanos han expresado su voluntad de dejarse ayudar. Y es por eso que la voluntad humana debe primero activarse y establecerse en contacto con ellos. Porque el amor de estos seres es sumamente grande, y no dejarán en necesidad a nadie que confíe en ellos confiadamente. Y los humanos madurarán espiritualmente y tendrán apoyo constante incluso en las necesidades terrenales, porque esta es la voluntad de Dios, que a los humanos en la Tierra se les conceda toda ayuda, siempre y cuando no se resistan ellos mismos....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise