Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2180

2180 Actividad docente de los seres del más allá a través de la transmisión de pensamientos....

9 de diciembre de 1941: Libro 31

Cada pensamiento espiritual encuentra su eco en el más allá, porque es inmediatamente captado por los seres que son portadores de luz y fuerza y cuya tarea consiste en instruir mentalmente a los humanos. Sólo pueden tener efecto sobre ellos cuando sus pensamientos se elevan a regiones espirituales, es decir, cuando los humanos se ocupan mentalmente con cosas que se encuentran fuera del reino terrenal. De modo que primero debe activarse la voluntad por parte del humano para obtener información sobre estas cosas.... Debe dejar que sus pensamientos vaguen hacia áreas que todavía le son ajenas y deben despertar en él el deseo de ser instruido verazmente al respecto.

Sólo entonces los seres de luz podrán cumplir su deseo, podrán introducirse en el proceso de pensamiento del ser humano y transmitirle la verdad en un instante. Un pensamiento que surge en un ser humano nunca quedará sin respuesta por parte de estos seres; ellos siempre están dispuestos a dar y enseñar, absorben cada pensamiento y nunca se cansan de su puesto de enseñanza. Pero también deben abandonar inmediatamente sus actividad docente cuando el niño terrenal vuelve a dirigir sus pensamientos hacia las cosas terrenales o cuando el deseo de la verdad, de la iluminación, se debilita, porque entonces no se han cumplido las condiciones previas que Dios ha vinculado a la recepción de la verdad.

Las exigencias de Dios deben cumplirse absolutamente antes de que Dios dé a sus fuerzas la tarea de enseñar. Si la humanidad ha llegado a un cierto nivel espiritual bajo, entonces todos los esfuerzos de los seres espirituales son infructuosos, y es doloroso para estos seres porque no se tiene en cuenta su flujo de fuerza; no se reconoce y, por tanto, no se desea. Sin embargo, no se les puedan ofrecer instrucciones sin que se las pidan, y el deseo no puede despertarse en ellos por la fuerza.

Y por lo tanto, los seres que están en el conocimiento no pueden difundir su conocimiento, porque la conexión directa de la Tierra al más allá es muy rara y, por lo tanto, es explotada exhaustivamente por los maestros del más allá tan pronto como un niño terrenal dispuesto se pone a su disposición. Y eso por eso que éste nunca esperará los anuncios en vano. Los seres del más allá siempre están dispuestos a dar porque regalar conocimiento les hace increíblemente felices a ellos mismos.

Las fuerzas divinas obran tan obviamente y, sin embargo, no se las presta atención. Por otra parte, los portadores de luz del más allá les resulta fácil trabajar en los humanos, si éstos anteriormente ya han tomado conciencia de esto en la tierra y ahora pueden enlazar con el hilo de pensamiento del ser humano. A pesar del aparente rechazo, el humano puede volverse reflexivo y la reflexión puede ser el comienzo de instrucciones que le llegan ahora a él mismo. Porque ya basta con pensar en esto para que los seres espirituales puedan realizar su actividad.... para influenciarlo mentalmente.

Una mayor reflexión comenzará tan pronto como el deseo del hombre por los placeres terrenales comience a disminuir, porque estos últimos impiden al hombre pensar seriamente en las cosas extraterrestres. Pero si comienza a desprenderse de ellos, entonces también se vuelve receptivo a las instrucciones por pensamientos.... es decir, se obsesiona con sus pensamientos y ahora recibe alimento constante del reino espiritual.... Él pregunta y será instruido; lo hace inconscientemente porque ve los resultados como si los hubiera obtenido él mismo hasta que sea iluminado por fuentes que saben.

Las fuerzas del otro mundo vuelven una y otra vez a la memoria del hombre dirigiendo el hielo de pensamiento del individuo hacia cosas que estimulan el pensamiento, y entonces llevan a cabo felizmente su tarea. Cada humano está rodeado de seres docentes que siempre prestan atención cuando los humanos hacen preguntas para poder responderlas de inmediato. Sin embargo, es más fácil si pueden comunicarse de esta manera con un niño terrenal que los recibe directamente, porque entonces pueden introducir al humano en todas las áreas, de modo que puedan transmitir un conocimiento muy extenso a la Tierra y difundir tanta luz.

Tan pronto como el ser humano se esfuerza por hacer brillar esta luz, así como quiere transmitir su conocimiento a otros humanos, ahora es siempre utilizado como receptáculo de la sabiduría divina, y así se convierte en un portador de luz en la Tierra.... recibe la verdad y la transmite y es bienvenido como mediador para los seres de luz en el más allá. Porque a veces el acceso al corazón de los humanos está bloqueado y son necesarios fenómenos extraordinarios para hacer que los humanos vuelvan a la fe....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise