Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2178
2178 Lucha por las almas en el más allá.... La misericordia de Dios....
7 de diciembre de 1941: Libro 31
En la eternidad es imposible que lo espiritual permanezca en el mismo estado, porque aunque el ser está condenado a la inactividad por su imperfección y, por lo tanto, está sin fuerza y permanece sin transmisión de fuerza, esta impotencia, después de un periodo de tiempo más largo o corto tiene un efecto de tal manera, que el ser se endurece, es decir, se aleja cada vez más de Dios, o intenta mejorar su situación mediante una actividad amorosa en el más allá. Aunque el estado de inactividad puede durar interminables periodos de tiempo, y para los humanos este tiempo sería un concepto de eternidad, el alma no permanece inalterada para siempre en esta situación.
Hay una lucha constante por tal alma tanto por parte de los seres de luz como también por parte de las tinieblas. En la mayoría de los casos el poder y la fuerza de los seres de luz es más efectivo, pero la lucha por muchas almas es extremadamente difícil porque los seres de luz no pueden forzar la voluntad de los seres, porque ésta está más dirigida hacia el poder oscuro.
Sin embargo, la voluntad de un alma condenada a la inactividad sólo se activa cuando el estado le pare insoportable, por lo que el deseo de un estado diferente debe despertar primero en el alma antes de que sea accesible a los esfuerzos de los seres de luz. Y esto a menudo lleva un tiempo infinitamente largo. Sin embargo, mientras el ser permanezca en el mismo estado, es decir, la voluntad sea demasiado débil para que el ser decida cambiar su situación, aún no es imposible influir en el alma, lo que los seres de luz intentan hacer constantemente.
Sólo cuando las fuerzas contrarias ejercen su influencia de tal manera que el ser se entrega a ellas, entonces guiarle hacia arriba será cada vez más difícil, aunque incluso entonces el amor y la gracia de Dios no cesan y Su misericordia desciende hasta lo más profundo para elevar lo que quiere aceptar Su amor y misericordia.
Siempre existe la posibilidad de un rescate, y siempre habrá un destello de luz brillando sobre el ser que apunta hacia arriba, y el más mínimo deseo de luz atrae fuerzas voluntarias que permiten al ser ascender a las alturas, porque todo lo perfecto en el más allá está activa de manera redentora y trata de elevar las almas desde las tinieblas hacia la luz....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise