Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2163

2163 Conexión del más allá a la Tierra.... Mediar en el amor....

23 de noviembre de 1941: Libro 31

El intercambio de ideas puramente espiritual entre los humanos y los seres docentes del más allá produce resultados que son extremadamente informativos y brindan al humano un conocimiento que nunca podrá transmitirse terrenalmente a él. Y por eso es mucho más ventajoso entrar en contacto con estos seres docentes que confiar en los maestros terrenales, porque estos últimos no necesariamente tienen que estar en la verdad y aún querrán que su conocimiento sea visto como verdad, mientras que los seres del más allá transmiten la más pura verdad a la Tierra, tan pronto como el ser humano lo desea.

Incluso la verdad espiritual tiene que ser presentada con amor para que sea aceptada por el corazón.... pero el amor por los demás seres humanos es la razón por la que el maestro intenta impartirles su conocimiento. Pero los seres del más allá están llenos de amor por los humanos a quienes quiere ofrecerles la verdad y sólo buscan humanos que estén dispuestos a recibir esta verdad para difundirla en la Tierra. Entonces, donde el amor por los seres humanos está activo, Dios protege del error tanto al que da como al que recibe, porque entonces Dios le da al ser humano el conocimiento de lo que es la verdad, aunque el ser humano que enseña haya adquirido su conocimiento a través del estudio mundano.

Porque si un ser humano es capaz de amar, inconscientemente abre su corazón a la influencia del mundo espiritual, y este guía sus pensamientos correctamente. El amor siempre es una cierta seguridad para pensar correctamente. Sin embargo, la conexión espiritual con el más allá sigue siendo preferible al estudio terrenal, porque estos seres informan al humano de todo, ya que nada les es ajeno, sino que sus conocimientos se extienden a todos los ámbitos y, por lo tanto, también pueden transmitir los amplios conocimientos a los humanos en la Tierra. Sólo necesitan la atención de los humanos, y de ella depende, qué sabidurías se les puede transmitir.

Los seres del más allá siempre están dispuestos a dar, pero la capacidad de recibir la verdad no siempre es la misma. Sin embargo, los dones espirituales sólo pueden ofrecerse cuando el ser humano tiene la voluntad seria de recibirlos. Y la voluntad del ser humano se orientará cada vez más hacia la verdad cuanto más haya penetrado en el conocimiento.... es decir, si el ser humano se deja instruir por los seres del más allá, así también aumenta su deseo por sabidurías divinas cada vez más profundas, y entonces también aumentará la capacidad de reconocer de lo que se le presenta como verdad y de aceptarlo directamente.

Esta capacidad es una gran gracia que Dios da a los seres humanos que creen en Él y reconocen Su obra. Porque las fuerzas del más allá primero tienen que ser reconocidas antes de que puedan expresarse, es decir, la fe en la obra de los seres del más allá permite que el amor de estas fuerzas se active, y están listas para darle al niño terrenal información exhaustiva acerca de todas las cuestiones que el ser humano les plantea mentalmente. Así que cada humano puede llegar a ser conocedor, pero mientras carezca de fe de que Dios usa estas fuerzas para iniciar al ser humano en Su gobierno y obra, esto no puede llegar a ser evidente....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise