Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2156
2156 El flujo de fuerza desde el reino de la luz....
19 de noviembre de 1941: Libro 31
Las fuerzas fluyen constantemente hacia los seres humanos desde el reino de la luz, y la humanidad podría verdaderamente redimirse en poco tiempo si usará las fuerzas que fluyen hacia ella de acuerdo con la voluntad divina. Sin embargo, sólo uno pocos humanos se sirven esta fuerza del reino de la luz, pero éstos progresan más rápidamente en su desarrollo. Así también es posible convertirse en un ser de luz durante la vida en la Tierra, siempre y cuando el ser humano tenga la voluntad sería de hacerlo. No es incapaz, simplemente no está dispuesto.
Si ahora la falta de voluntad debe ser transformada en una voluntad entregada a Dios, se tiene que transmitir al ser humano el conocimiento acerca de los efectos de la voluntad mala y buena en la vida terrenal y en el más allá. La mala voluntad en la Tierra es un obstáculo para recibir la fuerza desde el reino de la luz, sin fuerza el ascenso a las alturas es imposible, por eso el destino en el más allá después de la muerte física es, correspondiente a su estado de imperfección, un estado de angustia y tormento, mientras que la voluntad correcta tiene fuerza y puede pedir misericordia a Dios y esto asegurará su ascenso a las alturas, para que después de la muerte se le conceda una vida libre, sin preocupaciones, en fuerza y felicidad.
El conocimiento de las consecuencias de su actitud terrenal puede determinar que un humano recurra a los seres dadores del reino de la luz por iniciativa propia y les pida ayuda en sus debilidades y necesidades terrenales. Y ahora se le puede dar fuerza. Los seres de luz sólo necesitan buena voluntad.... la voluntad de hacer lo correcto y así acercarse a Dios.
Esta voluntad trae al hombre la afluencia de la fuerza divina, y él entonces puede llevar a cabo aquello por lo que su voluntad se esfuerza.... se acercará más a Dios en el pensamiento, en la acción y en el habla. Entonces no podrá hacer nada que vaya en contra de la voluntad de Dios; sólo puede debilitarse si la exigencia de fuerza, de oración se debilita; pero una y otra vez encontrará el camino de regreso a Dios y sentirá que está en el camino correcto si se abandona a Dios y a su gracia.
La resistencia del hombre hace imposible la donación de fuerza desde el reino de la luz, porque la fuerza sólo puede hacerse efectiva cuando se recibe sin resistencia. Y es por eso que los humanos por parte de los portadores de fuerza en la Tierra.... estos son los humanos que voluntariamente reciben la corriente de fuerza del reino de la luz.... el conocimiento del efecto de esta fuerza así como sus defectos de un ser humano en la Tierra sea acercado, para que ahora pueda decidir por sí mismo y también pedir el suministro de fuerza que es absolutamente necesaria para transformar su ser mientras permanezca en la Tierra....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise