Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2139
2139 Actividad de los seres de luz....
3 de noviembre de 1941: Libro 31
El ser no redimido necesita ayuda constantemente porque es inherentemente impotente. En consecuencia, los seres deben estar constantemente dispuestos a ayudar a estos seres impotentes, y esta es la actividad de todos aquellos seres que han llegado a un cierto estado de madurez a través de la actividad del amor. Estos seres ahora trabajan de manera redentora, porque ayudan a lo no libre a liberarse de su estado encadenado. De modo que la actividad en el más allá es una liberación de lo espiritual de su atadura.
Y así, la obra de redención, que no se realizó en la Tierra, ahora comienza o continúa en el más allá, y en ella participan innumerables seres, es decir, todo lo espiritual que ya recibe luz al distribuirla nuevamente. Los portadores de luz en el más allá consideran con su amor tanto a los seres inmaduros en el más allá como a los de la Tierra, porque su único objetivo consiste en impartirles luz, es decir, guiarlos hacia el conocimiento....
Porque sólo aquel que está en la luz es libre.... aquel que tiene conocimiento es libre de todos los grilletes, porque el conocimiento, la luz y el amor no pueden imaginarse el uno sin el otro y siempre significan un estado de libertad. Porque conocimiento, luz y amor son sinónimos de fuerza, pero la fuerza también presupone libertad, así como la impotencia y la falta de libertad también van de la mano. Por lo tanto, la fuerza debe acompañar a la falta de fuerza, o bien los portadores de la luz y del conocimiento deben brindar su apoyo a los seres débiles, porque están llenos de amor y deben proporcionarles lo que les falta.
Esto pone a los seres en condiciones de utilizar la fuerza que se les ha sido transmitida y ahora también de liberarse. Y esta redención de lo espiritual no libre del estado de total falta de fuerza y atadura es un trabajo constante del más allá.... pero también es la tarea más hermosa del hombre en la Tierra, que le brinda el mayor beneficio espiritual. Pues cuanto más pronto se emprenda la obra de redención, mayor será el éxito.
El suministro de fuerza por parte de seres del luz del más allá significa que el ser humano en la Tierra ya puede librarse de sus grilletes, liberarse de la violencia que lo oprime y, por lo tanto, también puede convertirse en un portador de luz a través de la transmisión de luz, conocimiento y amor, es decir, convertirse en un receptor de fuerza, que nuevamente puede ser activo de manera redentora en la vida terrenal o en el más allá cuando abandona la vida terrenal. Todo lo redimido debe dar la mano a lo no redimido, y tan pronto como el ser emprende esta tarea, él mismo es libre y se une al reino de la luz.
La tarea en el más allá es sumamente feliz para los seres de luz, porque en su amor no conocen otra actividad más satisfactoria que ayudar a quienes tienen que sufrir porque aún no son libres, es decir, liberarlos de su situación atormentada. Así la obra de Redención que Jesucristo realizó en la Tierra con Su muerte en la cruz fue el comienzo, y todo ser que es parte de ser un seguidor de Jesús, es decir, que lleva una vida de amor y ayuda al ser que necesita ayuda, participa, por así decirlo, en esta obra de Redención.... comparte la luz y el conocimiento por la fuerza de su amor y así libera de su atadura lo que aún está atado....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise