Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2137
2137 Humildad interior.... Lucha contra la arrogancia espiritual....
2 de noviembre de 1941: Libro 31
Los humanos realmente se quedan atrás en su desarrollo espiritual si no se esfuerzan por alcanzar la humildad interior, porque entonces carecen de gracia y sin gracia su voluntad de alcanzar las alturas está debilitada. Porque entonces su naturaleza sigue siendo arrogante y todavía devoto al oponente de Dios. Quienes carecen de humildad interior rara vez aceptan una enseñanza divina si se la imparten sus semejantes, porque su espíritu arrogante se defiende de ella debido a la influencia del oponente.
Y las enseñanzas divinas fortalecen la fuerza para la resistencia tan pronto como se aceptan voluntariamente. Como consecuencia, la resistencia de ese hombre es floja. Todavía hay en él demasiado espíritu que debe ser superado; el hombre todavía tiene demasiados defectos que caracterizan su imperfección. Tampoco será manso y paciente mientras no quiera inclinarse ante Aquel por Cuyo acercamiento debe esforzarse. Porque Dios no puede unirse con un ser que todavía lleva el espíritu arrogante de su procreador.
El hombre debe librar una lucha constante con este espíritu arrogante que lleva dentro de sí, debe educarse a la humildad a través del servicio, debe fortalecer su voluntad para hacer lo que le parece imposible.... inclinarse y servir donde quiera gobernar. Debe tomar ejemplo de su divino Redentor, Cuya vida fue un único acto de servir en amor, un servicio en la más profunda humildad hacia Sus semejantes. Si un ser humano se esfuerza en seguir a Jesús, entonces practicará también la humildad interior, combatirá cualquier arrogancia, pedirá continuamente la gracia de Dios, y le llegará la fuerza para llevar a cabo sus planes.... servir y así desarrollarse hacia las alturas....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise