Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2135
2135 Instrucciones divinas en el reino espiritual....
31 de octubre de 1941: Libro 31
El reconocimiento de la verdad tiene sus raíces en la conexión viva con Dios. Porque mantener un dialogo familiar con Dios dará como resultado que Él Mismo instruya al ser humano. Pero la instrucción divina sólo puede ser veraz, y la instrucción divina nunca será exigida del hombre en vano.... Lo que quiere saber, Dios le responde tan pronto como el hombre se dirige a Él Mismo con preguntas, y una vez que tiene una conexión establecida con Dios, también Le preguntará, acerca de lo que le vale la pena saber. Porque sabe de su ignorancia y la ve como un defecto que quiere remediar.
Pero en Dios reconoce el Poder Que está lleno de Amor, Sabiduría y Omnipotencia.... Y ahora se dirige con confianza a ese Poder, asumiendo el Amor, Que no dejará su petición sin ser escuchada.... se dirige a Dios para considerado por Su sabiduría en la firme convicción de que esto es posible.... y Dios no lo decepciona.... No le deja pedir en vano, porque quiere que el humano adquiera conocimiento, quiere transmitirle la verdad y dirige sus pensamiento en la dirección correcta. Dios verdaderamente enseña al niño terrenal de la manera correcta, pero él o ella debe venir a Él por su propia voluntad y desear Su sabiduría, y el niño que sigue el camino hacia Dios no regresa a la Tierra con las manos vacías.
Al recibir la verdad, está con Él en el ámbito espiritual porque se conecta conscientemente con Él. Ahora recibe bienes espirituales en el ámbito de lo espiritual.... ya sea mentalmente o en la forma de la Palabra divina. Sin embargo, fuera de esta conexión íntima, la verdad nunca será ofrecida al ser humano, porque incluso cuando la verdad se transmite por boca humana, sólo será reconocida como verdad allí por un humano que también cree y se esfuerza por Dios, por lo que éste también tiene que estar en conexión con Dios.
Y es verdaderamente irrelevante el conocimiento terrenal que posee un ser humano. Si se conecta con Dios, todo conocimiento terrenal será superado, porque el Maestro divino da con la sabiduría también la capacidad reconocer esta como verdad. Su amor paternal pone los pensamientos en el corazón del humano de tal manera que se vuelven muy claramente a la conciencia para él, estimulando la voluntad de aceptarlos, y los bienes espirituales así recibidos son imperecederos. Son absorbidos por el espíritu, y el espíritu capta toda la sabiduría porque el mismo es parte de Dios.
Tan pronto como el ser humano se conecta con Dios en la oración o a través de una reflexión íntima y profunda, se desprende de la Tierra y la chispa espiritual divina en él sale del caparazón terrenal, y ahora ya no hay más esclarecimientos terrenales limitados para él.... Lo capta todo; Incluso los problemas aparentemente irresolubles para el humano, se le explican de una manera fácil de entender, y el resultado de esto es que su conocimiento se elevará muy por encima de cualquier sabiduría humana terrenal. Y ahora el espíritu lleva de vuelta a la Tierra la sabiduría adquirida, es decir, intenta transmitir al alma lo que ha oído.
Y esto sólo será posible si el alma busca con frecuencia la unión con Dios, cuando entra en contacto íntimo con Dios. Toda comunicación con Dios presupone amor a Dios, y este amor determina al humano de preguntar a Dios y pedirle por una respuesta. Y un corazón amante y anhelante se cumplirá. Dios le habla y lo inicia en Su Ser, Su obra, Su amor y Su omnipotencia. Y el humano debe llegar a ser conocedor tan pronto como Dios Mismo le enseña....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise