Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2040
2040 Cercanía de Dios.... Donación de fuerza.... Semejanza de Dios....
22 de agosto de 1941: Libro 30
Todo, lo que tiene a Dios como objetivo es bueno; En consecuencia, el ser humano cuyo esfuerzo se dirige a Dios debe también ennoblecerse, porque el acercamiento a Dios tiene como consecuencia todo lo que necesita para llegar a ser perfecto.... El ser humano se formará de tal manera que Dios lo considere digno de Su cercanía, y la cercanía de Dios deja que la fuerza fluya hacia él para desarrollarse cada vez más perfectamente.
Porque quien se esfuerza hacia Dios.... quien anhela acercarse a Dios, también estará en el amor. Pero el amor también le transmite el amor de Dios, y éste a su vez es fuerza que el ser humano siente y que le facilita llegar a ser perfecto.
La irradiación divina del amor es una transmisión de fuerza, y tan pronto como el ser humano es apreciado por el don de la fuerza de Dios, también puede formarse a sí mismo de acuerdo como es la voluntad divina. Entonces el hombre ya no podrá hacer nada que vaya en contra de Su voluntad, porque el amor lo protege al respecto. El hombre siente un fuerte impulso de ser bueno porque la voluntad de Dios elimina todos los malos deseos.
Porque en la medida en que el hombre se acerca a Dios mediante su deseo, también se aleja del adversario de Dios, y todo lo que antes era malo ahora debe ser bueno en él. El adversario ya no tiene ninguna influencia sobre ese hombre. Pero Dios ahora obra en exceso, porque el hombre aumenta en fuerza y gracia cuanto más se una a Dios. Y donde actúa la gracia de Dios, allí el hombre inevitablemente debe elevarse, debe llegar a ser perfecto y formarse a la semejanza de Dios....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise