Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/1871

1871 Malos pensamientos.... Crueldad.... Estado de ánimo....

2 de abril de 1941: Libro 28

El rechazo consciente de los malos pensamientos es el medio más seguro para mejorar el estado de ánimo, porque entonces se opone resistencia a aquellas fuerzas que utilizan toda su influencia para alejar a los seres humanos de Dios. Esto requiere probablemente toda la voluntad del ser humano, y si ésta se debilita al ceder, es decir, al entrar en tales pensamientos, el hombre tiene que sufrir, es decir, un estado de ánimo oscuro se apodera de él, que le empuja y le agobia. Y el mal triunfa. Porque su influencia se vuelve cada vez mayor y la voluntad y la resistencia del hombre se vuelven cada vez más débiles.

Tales horas son un cierto peligro para el alma, y nuevamente el hombre tiene que liberarse de ellas. Debe orar, fervientemente y con plena confianza, para que Dios lo libere de esta situación. La voluntad humana también debe formar parte de la oración, pero si el alma lucha por liberarse de esta situación, las fuerzas buenas del más allá la ayudarán si el hombre se dirige a ellas en busca de ayuda, si él mismo anhela liberarse de esta presión.

Pero la mayoría de las vece el ser humano se vuelve apático y no se defiende, y más difícil le resulta liberarse del poder de las tinieblas, y la lucha se vuelve cada vez más insoportable. La fe firme es el mejor remedio, y el hombre puede entregarse a las fuerzas del bien con completa paz del alma si tan sólo afirma su poder y su fuerza. Ciertamente lo ayudan y no permiten que las fuerzas del mal se apoderen de él.

Ceder cuando surgen malos pensamientos es falta de fe, porque los malos pensamientos van dirigidos en contra del mandamiento divino.... Quien cree firmemente cumple cada mandamiento que Dios ha dado a los hombres, pero quien es débil en la fe hará lo mismo sin tener en cuenta los mandamientos divinos, y por eso sus pensamientos se dirigirán en contra de estos mandamientos, estará desprovisto de todo amor, por lo que albergará pensamientos sin amor, y esto es lo que apunta al adversario. Porque así es como pone a la gente bajo su poder.

En tal estado, a menudo resulta difícil encontrar el camino de regreso al camino del amor; Él hombre ha cometido un error cuando alberga pensamientos sin amor, y ahora debe enmendar este error, obligado por el sufrimiento, luchando en oración por la atención del amor divino, que todo pensamiento de amor había rechazado. La voluntad hacia Dios hará que el hombre reconozca su injusticia, y entonces le será fácil orar a Él.... pero la voluntad misma debe volverse activa, no puede ser dirigida, es decir, volver a ser dirigida obligatoriamente hacia Dios....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise