Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/1849
1849 “Bendecido sea Tu nombre....”
15 de marzo de 1941: Libro 28
Bendecido sea Tu nombre.... Esto debéis decirlo con profunda humildad, recordando cada día cuán abrumador es el amor de Aquel, Que os dio la vida.... y cómo Su Espíritu está en vosotros en cuanto estéis conectados con Él.... Debéis orarle, hablarle con la más profunda fe, debéis confesar vuestra fe en Él al mencionar Su nombre, invocándolo en la oración, alabándolo y elogiándolo y dándole gracias sin cesando....
Y cuando pronunciéis Su nombre, debéis ser conscientes de que estáis hablando al Ser más elevado y perfecto, a Quien debéis acercaros con la más profunda veneración, pidiéndole Su amor y gracia. Y cuando os deis cuenta de lo pequeño y diminuto que sois en comparación con Él, cuando levantéis los ojos hacia Él, diréis Su nombre con la más profunda intimidad, que significará lo más santo para vosotros, y humildemente doblaréis vuestras rodillas ante Él.... Porque el Señor quiere que también mencionéis Su nombre; Él quiere que lo confiéis al mundo.
No es suficiente si simplemente Lo reconocéis en vuestro corazón y entráis en contacto con Él en silencio. Debe hacerse saber abiertamente a todo el mundo que queréis pertenecerle a Él; Con fidelidad y valentía debéis pronunciar Su santo nombre, confesar vuestro amor por Él y resistir todas las tentaciones exteriores para negarle. Pronunciar el nombre divino es sumamente bendito, porque Su nombre tiene poder, y cada uno puede apropiarse de este poder siempre que se encomiende a Él y diga Su nombre con fervor.... orando fervientemente: “Bendecido sea Tu nombre....”
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise