Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/1748

1748 Punto de inflexión espiritual.... Confesión de Jesucristo....

24 de diciembre de 1940: Libro 27

El mundo puede esperar un punto de inflexión extraordinariamente significativa porque el buen espiritual desciende a la Tierra y provoca una enorme revolución en el pensamiento a través de acontecimientos extraordinarios que corresponden a la voluntad de Dios. La batalla entre las diferentes escuelas de pensamiento tomará proporciones enormes, y esto resultará en una separación entre quienes luchan a favor o en contra de Dios.

No hay características especiales que preceden a este tiempo, simplemente se señalará con frecuencia a los humanos acerca de las cosas sobrenaturales, su los estimulará, por así decirlo, a pensar en ellas y, por lo tanto, se los incitará en cierto modo a tomar una posición acerca de cuestiones que se encuentran más allá de lo terrenal. Y ahora se unirá a tal o cual escuela de pensamiento y se convertirá en un luchador por sus puntos de vista.

Y así comienza un nuevo tiempo donde la claridad del espíritu por un lado y la más profunda oscuridad espiritual por el otro separarán a los humanos unos de otros.... un tiempo donde el esfuerzo espiritual de algunos será claramente perceptible en su actitud hacia el bien terrenal, que el ser humano de mentalidad mundana busca aumentar con todo su celo, pero esto es despreciado por quienes lo rodean. Y ahora la humanidad experimentará una transformación del pensamiento. El mundo espiritual se encarnará el los humanos que se dirigen a Dios, que podrán ver brillante y claramente y defender con plena convicción lo que este mundo espiritual les transmite.

Pero tendrán que luchar por la libertad espiritual. Quien esté por Dios será condenado al ostracismo y constantemente amenazado por que los impíos son mayoría y su poder es grande porque encuentros un gran apoyo en el poder gobernante. Y, sin embargo, el buen espiritual vencerá porque este poder es grande, porque el amor es su arma.

La nueva era debe traer progreso espiritual el alma debe obtener grandes beneficios de ella, la humanidad debe ser más accesible a la verdad y dejarse guiar más por el amor; una aspiración consciente hacia Dios debe caracterizar a los seres humanos que conceden a las fuerzas espirituales poder sobre sí mismos; un estado pacifico debe hacer felices a los humanos a pesar de la opresión externa y los obstáculos aparentes, porque estos humanos saben que están caminando correctamente y, por lo tanto, se sienten seguros bajo la protección divina y prestan menos atención a los hostilidades de los humanos. Son fuertes en la fe, confiados en la esperanza y poderosos en el amor.

E incluso aquellos que tienen dudas confían en esto, porque la fe profunda y viva es más convincente que muchas palabras. En un tiempo Jesús luchó por las almas en la Tierra, y entonces también comenzó una lucha espiritual; También entonces los humanos se enfrentaban a la decisión de confesarse a favor o en contra de Cristo. La cuestión también será decisiva esta vez. Ahora también el hombre tendrá que decidir si reconoce a Jesucristo y, por tanto, si se confiesa a Él ante el mundo entero o si Lo rechaza.

Y nuevamente la respuesta a esta pregunta determina su desarrollo superior. Porque sólo quien Lo confiesa beneficiará su alma de su vida terrenal. Y nuevamente la Palabra divina debe ser difundida, los discípulos celosos deben llevar una vez más el Evangelio a todo el mundo, y tiene que comenzar un trabajo inimaginable antes de que estos discípulos sean instruidos para que puedan enseñar correctamente según la voluntad divina.

Y estos ya son los señales de la nueva era venidera, que esta Enseñanza divina llegará a los seres humanos directamente desde arriba, que la Enseñanza de Cristo les será presentada nuevamente tan simple como lo fue en la Tierra en tiempos de Jesús, acompañada de milagros y acontecimientos extraordinarios, porque el tiempo venidero también traerá milagros de los cuales la voluntad divina hablará claramente, pero estos milagros sólo serán explicables para aquellos que ya han experimentado la obra del Espíritu divino y que por tanto se unen cada vez más estrechamente a Jesucristo y Le confiesan ante todo el mundo entero....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise