1430 Cristo, el defensor.... perdón del pecado.... afirmación de la obra de redención....

22 de mayo de 1940: Libro 23

Debéis reconocer vuestra culpa frente al padre celeste para que Él pueda liberaros de la cual. No existe una ley que pondría en duda el amor de Dios.... no hay nada que no se pueda cumplir por parte del hombre de lo que pide Dios de él. Y cuánto os apriete la culpa y queréis ser librados de ella, solo necesitáis girar toda vuestra voluntad hacia el padre y os someteis bajo Su gracia. Y os va a quitar toda la culpa si es vuestro deseo intenso de ser liberados. Porque tenéis un defensor enorme ante Dios, Jesucristo, Él aceptó vuestra culpa del pecado por amor hacia vosotros y murió por esto. Sólo tenéis que pedir por aquel amor y Su defensa, ponerse con conciencia en el círculo de aquellos por los cuales el Salvador ha muerto, y vais a participar de la gracia de la obra de redención.... Vais a ser liberados de toda culpa por Jesús. Solo que vuestra voluntad se tiene que haber puesto en marcha.... Tenéis que sentir la culpa como una carga de la cual quereis ser liberados, tenéis que aborrecerla y el deseo por la liberación debe ser tan fuerte en vosotros que tomáis ventaja del amor y la gracia divina del Salvador y os dejáis salvar de toda la culpa. Esta voluntad es una afirmación, un reconocimiento de la obra de redención.... ahora estáis metidos en la creencia en Jesucristo, el Salvador del mundo.... os estáis acercando a Él y os alejais del auténtico culpable del pecado.... Estáis reconociendo con esto la injusticia de lo que hicisteis. Y el sentido de la culpa os convierte en devotos, os permite pedir misericordia.... Estáis estableciendo la conexión con el padre celeste, que habéis pecado contra Él, que no habéis prestado atención a Sus mandamientos y tampoco los habéis cumplidos.... Lo sentís como injusticia, ya no sois arrogantes ni conscientes de vuestro valor, sino pidiendo al padre devotamente por Su gracia y misericordia. Y Él escucha a vuestros rezos por el bien de Su hijo.... Él acepta el sacrificio de la expiación que regaló Jesús a Él a través de Su muerte en la cruz la cual fue dado por vosotros.... Entonces Él os ha salvado de todos los pecados....

amén

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