Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0995
0995 El día de la separación.... La rabia de los elementos.... sucesos naturales....
5 de julio de 1939: Libro 19
El Señor deja pasar los sucesos mundiales como está determinado desde eternidades, porque los hombres buscan ellos mismos su hundimiento, porque han elaborado ellos mismos la separación de Dios, porque sus corazones le han abandonado ya y no vacilan a negarle hacia fuera. Y por esto tiene que venir el día de la separación.... El día en el cual se separan los justos de los injustos y cada uno recibe su merecida recompensa. La mayoría de la humanidad no cree hasta que el juicio le va a captar, el pecado sobresale y el hombre ya no valora los bienes de su semejante, cae en el pecado y vicio y tiene que contar por esto con un final aproximado, sino decide volver atrás. Y su final llegará pronto.... los hombres creen encontrarse en la altura de su vida en cuanto venga el final.... Intentan sacar todo lo bueno del mundo, van a vivir gozando de la vida, satisfaciendo a sus anhelos viéndose como Señores de la creación no pensando en un poder y sacados del medio de sus alegrías de la vida de este poder, Lo Cual va a poner un fin, porque ya no se Le presta atención. El goce mundial es tan grande que las advertencias desde arriba, que se le pasan todavía en el último momento por la gracia y misericordia de Dios, no encuentran oído. Se burlan de todo lo que apunta hacia arriba y esposar a aquellos que van en contra de sus palabras. Y entonces la ruina espiritual y terrestre comienza.... Y nadie podrá salvarse sin la ayuda divina.... Y la penuria va a ser enorme, devastadoras van a ser las fuerzas naturales, la tierra va a romperse, las aguas rugientes, las montañas se moverán y hundir a valles, convertir tierras fértiles en desiertos y nada en la tierra se salvará o poder prestar protección a los que quieren huir del juicio penal. Y tal fuerzas los elementos van a sacar, que todo se destruya lo que la mano de obra humana ha montado, y la miseria infinita va a reinar allí donde antes existía el poder y la gloria terrenal. Cada uno va a ser pequeño y sin poder ante este disturbio de la naturaleza.... Y el Señor va a ser escuchado con voz de trueno en este gemido que envuelve toda la tierra. Y solo aquel va a ser salvado cuyo corazón manda un suspiro intenso hacia el padre celeste. Pero el Señor no presta atención al pecador obstinado, el cual no ha prestado tampoco atención al Señor, y le deja hundir para que la tierra pueda servir como lugar de vivir para un hombre que reconoce a un Dios del cielo al Cual quiere servir. Pero quien reza al padre en situación de gran miseria va a encontrar misericordia ante Sus ojos y va a ser salvado de manera milagrosamente de toda la penuria.... Y benditos aquellos que llevan el Señor en sus corazones y que se enfrentan preparados de tal manera al juicio penal.... el Señor les cuida a aquellos con cariño para que no pierdan su fe durante la gran miseria, sino se quedan manteniéndose fuertes y sin miedo entregándose confiados al padre del cielo. Él les va a sacar fuera de toda miseria.
amén
Traducido por Bea Gato