Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0994
0994 Poder del amor divino.... Resistencia....
5 de julio de 1939: Libro 19
Nada es tan poderoso y vasto más allá de toda medida como el poder del amor divino. El hombre y toda obra de la creación son productos de este amor, y al mismo tiempo innumerables nuevas creaciones nacen por el poder del amor divino y todo lo que vive es cuidado continuamente. Lo que nace del amor debe moverse inmutablemente en este amor y ser alimentado y mantenido por él. Porque un ser que carezca del amor divino tendría que dejar de existir, ya que es la voluntad de Dios en sí mismo y por tanto, si Dios quisiera retirara Su voluntad a amar, ya no podría existir.
Pero la sabiduría de Dios en el cuidado amoroso conectó a todos los seres emanados de Él nuevamente a través de los seres entre sí, de modo que, como seres separados, probablemente se encuentran aparentemente aislados en la creación, pero nuevamente se esfuerzan hacia su punto de partida a través del amor activo entre sí y así se convierten otra vez lo que fueron desde la eternidad.... poder y amor de Dios.... Y como el amor divino lo gobierna todo porque todo ha salido de él, ningún otro poder jamás puede destruir lo que es el amor en sí mismo....
Pero el Dios del amor también Se creó una resistencia y lo dotó con la misma plenitud de poder, con las mismas capacidades y libre albedrío para, por así decirlo, poder probar en ello el poder de Su amor.... Porque tenía que existir una resistencia a todo lo que para estimular a partir de ahora todo lo que existe a su máxima actividad, porque toda actividad se desarrolla correspondiente con una resistencia. Sólo en la lucha constante aumenta la fuerza, y la actividad constante es vida. Y debido a que todo el poder es de Dios está disponible para estos seres engendrados, también es posible para ellos vencer la resistencia, por lo que el poder aumenta en ellos mismos, pero el contrapoder lo pierde en la misma medida.
Es el amor de Dios, luz, poder y gracia, y la reunificación del ser con Dios tiene lugar cuando desea la gracia divina, que le da poder de Dios, y el ser entonces se convierte en pura luz y amor y por lo tanto ha regresado a su punto de salida. Cada reducción de este poder retira la luz del ser y aumenta el poder.... es decir, la influencia del adversario sobre el ser. Pero entonces el amor de Dios lucha con el adversario.... en que la gracia de Dios se acerca al ser en una medida inusual y ahora comienza una lucha feroz por el ser espiritual nacido de Dios, al que el amor se impone en cierta medida para mostrarle el camino correcta.
Pero el poder contrario también lucha por su posesión de la misa manera, solo que no elige medios nobles sino que trata de derribar el espíritu a través de vicios, odio y malos costumbres de todo tipo y estos medios de poder de ninguna manera son tan exitosos como el amor divino.... Porque el amor es poder, que es inherente en todo ser altamente desarrollado, y ya es tan inagotable y poderoso que vence el poder de las tinieblas....
Pero todo espíritu de Dios fue creado con libre albedrío, el amor corteja a cada ser y teme la resistencia porque nunca puede agotarse, por lo que tampoco puede ser vencido.... Sin embargo, a la inversa, el mal tampoco está prohibido en la voluntad, porque impulsa al amor a la actividad más alta, es decir, también al aumento constante.... Y así el adversario pierde poder a pesar de todo éxito aparente.... un ser tras otro es arrebatado de él a través del amor.... El amor se afirmará y abarcará todo en el espacio infinito, en el tiempo y en la eternidad....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise