Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0990

0990 El curso a través de toda la materia.... Seres de luz.... El saber al respecto....

2 de julio de 1939: Libro 19

Todo lo que veis en la tierra ha pasado por la materia y tiene que recorrerlo en ella hasta que lo espiritual se haya liberado, es decir, hasta que pueda desprenderse conscientemente de ella. Este procedimiento toma un tiempo infinitamente largo, lo espiritual está atrapado en la forma por miles de años y no puede redimirse por sí mismo, sino que tiene que pasar por el curso de desarrollo a través de la voluntad de Dios, que es la única posibilidad de aclarar lo espiritual y liberarlo un día completamente del cautiverio.

La supuesta (real) auto-redención sólo puede comenzar cuando se cumplen todas las condiciones previas, es decir, cuando lo espiritual ya ha alcanzado un cierto estado de madurez, sin el cual sería imposible enfrentar al ser con la tarea de la auto-redención. Por un lado, se requiere un tiempo increíblemente largo para que el ser en la materia experimente dolorosamente su estado actual y, por lo tanto, despertar en él el deseo de volverse libre para que se le pueda ofrecer la siguiente etapa de desarrollo....

Por otro lado, sin embargo, el ser tiene tareas importantes que cumplir en todas las etapas de desarrollo en la creación total, y el camino a través de cualquier materia es de nuevo la única posibilidad de superarla y dominarla algún día, porque la tarea como ser de luz en el más allá es vivificar toda la creación, es decir, dar a lo espiritual la posibilidad de madurar nuevamente a través de nuevas creaciones de todo tipo. Por lo tanto toda la materia debe ser dominada por el ser de luz, y este mismo ser debe haber recorrido el camino a través de la materia; y entonces, nuevamente, el periodo de esta encarnación de lo espiritual en la forma debe llamarse evanescentemente pequeño, medido por la eternidad.

Vosotros, los humanos, sólo tenéis que comprender bien el concepto del tiempo, para que el significado de vuestra estancia en la tierra os resulte completamente comprensivo, porque si consideráis que el tiempo infinitamente largo de antes debe haber fallado su propósito, cuando consideráis que vosotros, como humanos, tenéis vuestra auto-redención completamente en vuestras manos, cuando imagináis qué gracias está a vuestra disposición y cómo podéis usarlas y que eso sólo requiere vuestra voluntad para liberaros de toda materia y abandonar la vida terrenal en un estado de luz, entonces os tiene que quedar clara la gran responsabilidad que vosotros mismos lleváis en la vida terrenal, y por eso debéis considerar cuidadosamente el camino infinitamente largo de antemano y esforzaros con todos los sentidos y firme voluntad por desprenderos de la materia.

Dejáis la vida en la tierra después de un tiempo más corto o más largo, y en un cierto estado de madurez también reconoceréis repentinamente vuestro cambio a través de innumerables obras de creación; podréis medir el estado de madurez que cada forma os trajo, y las escamas caerán de vuestros ojos, con qué amor el eterno Creador os dio y os guió y cuán poco premiasteis este amor en la vida terrenal, que verdaderamente os ofreció bastantes dones de gracia, pero que no fueron utilizados por vosotros. Y, sin embargo, tenéis que dar el último paso en la tierra sin el pleno conocimiento de ello, si queréis ser capaces de transformaros en los más puros seres de luz.... Cualquier conocimiento al respecto tendría un efecto desfavorable sobre vosotros mientras no lucháis por la más alta perfección por vuestra propia cuenta.

Para ser perfectos en la tierra, todo lo que se necesita es una fe profunda y el amor más profundo a Dios y, por lo tanto, también al prójimo.... Entonces ese conocimiento también se revelará al ser humano.... Entonces la gracia y el amor de Dios vienen obviamente hacia él y lo ayudan a sobrevivir la última lucha en el tierra, porque entonces el ser ya se ha vuelto conscientemente hacia Él y se ha separado de la materia.... El conocimiento de esto, por lo tanto, ya no lo pondrá en un estado forzado, sino por su libre albedrío y por su propio impulso encontró el camino de regreso a su Padre....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise