Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0983

0983 Verdad..... Voluntad..... Fe débil.....

27 de junio de 1939: Libro 18

El que busca la verdad permanece en el reconocimiento correcto. Él rechaza emocionalmente todo lo que contradice la verdad y, por lo tanto, puede creer todo lo que su espíritu acepta de buen grado. Quien desea la verdad, también se entrega voluntariamente a la fuerza divina, por lo que a través de eso ya está protegido de la aceptación de falsas enseñanzas. Si subordina su voluntad a la voluntad divina, ahora también debe querer lo que es la voluntad de Dios..... Así que solo puede aceptar lo verdadero porque la voluntad activa en él rechaza todo lo falso, impulsada nuevamente por la chispa espiritual divina, que reconoce la verdad y, por lo tanto, protege al buscador de la verdad del error.

La garantía más segura sigue siendo siempre y constantemente la voluntad del hombre de pensar y actuar sólo como agrada a Dios, porque jamás puede disfrutar de lo contrario..... entonces, él es literalmente guiado por la voluntad del Señor. Porque el Señor solo exige el libre albedrio del hombre..... Y si este está dirigido a Él, entonces no hay peligro de extraviarse, porque entonces todo el hombre está agarrado de la fuerza divina, que no lo deja caer, sino que lo levanta constantemente hacia arriba. La timidez que a menudo aflige a las personas a pesar de la voluntad dirigida a Dios, es solamente una creencia demasiado débil.....

Entonces, la persona que se mantiene firme con una fe profunda no tendrá dudas sobre la veracidad de la Palabra divina y, por lo tanto, se le otorgará una profunda paz interior, porque no necesita atormentarse con dudas. Pero si la mente humana está dispuesta a considerar posible la influencia de las fuerzas del mal, entonces también se entrega a su poder, mientras que un fe firme rechaza todos estos pensamientos y, por lo tanto, elimina el efecto de tal fuerza. Por lo que todos los esfuerzos de aquellos siguen siendo infructuosos, mientras que una creencia débil favorece la obra de estas fuerzas. Solo la súplica imparable de fuerza para la resistencia contrarresta este peligro de manera efectiva, por lo que nuevamente la oración es la única ayuda cuando la fe amenaza con temblar.

Con una fe fuerte, el hombre sale victorioso..... Derrota a todos los tentadores y ofrece resistencia a todos los ataques del lado hostil..... La fe firme es una arma que le da la preponderancia al luchador y al mismo tiempo es el camino más corto a la verdad. Lo que una persona recibe mentalmente con una fe tan inquebrantable nunca puede ser transmitido por seres impuros, es decir, por el príncipe de la mentira. Desear la verdad con una fe profunda significa recibirla..... Porque la fuerza de Dios misma está obrando y, por lo tanto, sólo puede dar algo divino al hombre.

Sin embargo, el vagabundeo inconsciente de los pensamientos..... Es decir, ceder a las tentaciones del mundo exterior debilita el deseo de la verdad..... Si una persona quiere sacar de la fuente de la verdad con indiferencia, si el deseo profundo no viene del fondo del corazón..... los espíritus de la mentira tienen la posibilidad de apoderarse más fácilmente de la voluntad del hombre, de debilitarla o de ponerla completamente en su poder.

(interrupción)

Traducido por Hans-Dieter Heise