Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0912
0912 Dominio de la criatura.... Voluntad fuerte....
13 de mayo de 1939: Libro 18
En virtud de la tremenda fuerza de voluntad que una persona que se esfuerza espiritualmente puede adquirir en la tierra, le es posible subyugar a todas las criaturas, y este proceso se basa únicamente en el uso extraordinario de la fuerza divina.... No es el hombre como tal que realiza la sumisión, sino que la voluntad del hombre subordinada a la voluntad divina exige la fuerza extraordinaria de Dios y ahora puede actuar sobre toda la criatura de tal manera que tiene que obedecer su voluntad. Y esa se inclinará de buena gana, porque no tiene voluntad propia de su parte, sino que está constantemente en la voluntad de Dios, de modo que no se requiere nada más de los respectivos seres como lo que la Deidad eterna pretende para ellos....
Hacer de la voluntad de Dios su propia voluntad es verdaderamente la clave de toda sabiduría y a todo éxito espiritual.... Y así el hombre no tiene que temer la más mínima resistencia de cualquier esencia tan pronto como renuncia a su voluntad, es decir, de la voluntad divina ha hecho su voluntad, porque ahora el hombre ya no dirige su voluntad él mismo, sino que el cuidado divino ha tomado hasta cierto punto en su mano todo pensar y actuar, y el hombre ahora vive ahora, por así decirlo, como es su destino desde la eternidad....
Y el hombre fue determinado por Dios como gobernador sobre toda criatura.... Y él se dejó disputar este rango por aquel que provocó la apostasía de los hombres de Dios.... La voluntad se debilitó, pero se rebeló contra la voluntad divina y, por lo tanto, estaba sujeto en muchos aspectos a la criatura, que, como portadora de la voluntad divina, a su vez controla al hombre y esto a menudo depende de la actividad asignada a la criatura.... es decir, que esa a veces tiene un efecto hostil sobre el hombre siempre que no haya alcanzado la madurez espiritual y, por lo tanto, tampoco dispone de la voluntad en la fuerza posible....
Por lo tanto, el ser humano todavía tiene que aprovechar mucho su vida en la tierra si considera que tiene derecho a formar su voluntad de tal manera que sea posible tener el control total de la criatura. Y cuando alcance esta fuerza de voluntad, su camino en la tierra es mucho más fácil, porque entonces todo estará subordinado a él, y también su influencia espiritual sobre los seres subordinados a él será sumamente saludable y de igual manera facilitará el camino en la tierra para los seres, porque solo una voluntad lo domina todo y no hay corrientes diferentes que influyen desfavorablemente a estos seres. Y así, todo el esfuerzo del hombre tendrá que enfocarse en un solo objetivo, reconocer la voluntad de la Deidad eterna y someterse a Él por completo, y toda lucha en la tierra será fácil, pero será exitosa....
Amén
Traducido por Hans-Dieter Heise