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0717 Milagros del amor divino... Palabras del Padre...
21 de diciembre de 1938: Libro 15
He aquí, niño Mío, el milagro del amor divino todavía te es incomprensible y, sin embargo, siempre será la prueba para ti de Mi caminar entre vosotros, que Me estáis anhelando. Mira, donde dos se aman, se darán y se harán todo el uno por el otro, porque el amor sólo es real cuando se da para hacer feliz al otro. Y del mismo modo quiero hacer felices a Mis hijos, a quienes amo íntimamente, y todo el Ser de Mi amor ha de serles revelado, para que sus corazones también se vuelvan hacia Mí. Porque el amor solo puede traer felicidad cuando ambas partes están conectadas mutuamente a través del sentimiento del amor. Por lo tanto, el amor es el agente vinculante de esta manera, que une indestructiblemente a los seres para siempre, y cuando ahora tomo a un niño con Mi amor, permanece para siempre e inseparablemente conectado Conmigo, y su parte es felicidad eterna a través de Mi amor que hace feliz.
Y no os pido nada más, hijos Míos, sino que os entreguéis voluntariamente a Mí, que os dejéis apoderar de Mi amor y Me mostréis todo vuestro amor infantil. A salvo en Mi amor, os florecerá una existencia extremadamente dichosa... Yoda carga os parecerá soportable, todo sufrimiento perderá su amargura, nada os podrá asustar si sois conscientes del amor del Padre celestial... Cualesquiera que sean los sucesos que os sobrevengan y que os preocupen, os pasarán como un suspiro, sin tener un efecto agobiante, porque Mi amor mantiene todo alejado de vosotros y solo se preocupa por vuestro bienestar. E incluso lo que no puedo evitaros en términos de sufrimiento es sólo amor por vosotros y necesario para vuestra antigua felicidad completa... Por lo tanto, no os desesperéis inmediatamente, si la vida os toca fuerte, siempre Me paro detrás de vosotros y sostengo Mis manos protectoramente sobre vuestra alma, aunque el cuerpo esté expuesto a males corporales.
He aquí, niño Mío, todos los dones vienen de Mí, el sufrimiento y la alegría, y el amor deja que todo venga sobre vosotros, porque si así os acercáis cada vez más a Mí, también la felicidad se vuelve cada vez más profunda e interior, porque en la unificación final Conmigo se encuentra la felicidad suprema, que aún no es comprensible para vosotros. Quien quiera probarse digno de Mi don, debe entregarme su corazón por completo y entregarse a Mí con plena confianza y devoción, para que Yo pueda obrar en su corazón a través de Mi voluntad, para que se convierta en una herramienta voluntaria en Mis manos y simplemente escuche siempre Mi Palabra... para encontrar un día su mayor realización en Mi amor y ser inefablemente feliz en toda la eternidad... amén
Traducido por Hans-Dieter Heise