Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0711

0711 Palabras del Padre... Dictado... Voz audible...

14 de diciembre de 1938: Libro 15

Debes usar cada hora, hijo Mío, porque el tiempo en la tierra es corto. Un hijo obediente y dispuesto está en mi gracia y también será honrado por Mi Palabra, pero debe ser tacaño con cada hora que le pueda dar lo más precioso que se le concede a un hijo en la tierra.

Mira, tienes un trabajo por delante que requiere mucho tiempo para cumplirlo, por lo que no se debe desperdiciar ni una hora, porque se puede aprovecharla de manera indescriptiblemente beneficiosa. Así que hoy se te informará brevemente que el don más valioso se te ofrecerá a continuación... Todavía pasara algún tiempo y durante este tiempo tus pensamientos estarán muy ocupados Conmigo, y en cuanto hayas alcanzado el grado de amor que te dejará escuchar Mi Palabra en tu corazón también serás capaz de seguir Mi dictado y podrás repetir inmediatamente todo lo que has escuchado.

Pero quien quiera servirme de esta manera debe subordinarse a Mí, su voluntad debe fusionarse completamente con la Mía y su anhelo debe ser solo para Mí. Trata de llegar a este estado, hijo Mío, para que puedas resolver tu tarea y sumergirte en ella tú mismo para ser indeciblemente feliz ya en la tierra.

Yo Mismo entreno a Mis siervos en la tierra y quiero adueñarme por completo de sus corazones, y cuanto más íntimamente Me aman, mayor será su deseo por Mí, más pronto su cumplirán, y Yo estaré tan cerca de ellos que Me escucharán y sentirán. Y cada Palabra debe sonar en el corazón, y debe proclamar Mi amor hacia aquellos que Me sacrifican su voluntad.

Cuando haya llegado la hora en que te he destinado a recibir lo más hermoso y precioso, entonces sólo te queda esta tarea por delante en la tierra, a la que entonces debes aplicar todo tu celo, y se ofrecerá a la humanidad una obra indestructible que debe manifestarla Mi amor por la humanidad...Mi sufrimiento y mi muerte en la cruz... para hacerte digno de esta tarea, persevera en la oración y mantén tu corazón puro para Mí... Para que tú, participe de la gran gracia, puedes servir a la humanidad a través de tu voluntad...

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise