0686 Secretos de la Creación
27 de noviembre de 1938: Libro 15
Los secretos de la Creación les serán descubiertos íntegramente a todos aquellos que me buscan, porque Yo mismo me encontraré entre ellos, por lo que recibirán la Verdad directamente del Señor de toda la Creación. Si os privara de esta revelación, entonces la Creación no tendría sentido porque todo lo que existe es únicamente para vosotros. Todo lo sabréis, y apreciaréis hasta la menor de las Obras que he creado.
Todas las cosas tienen una finalidad, y mi Sabiduría y Omnipotencia hicieron que surgieran de la manera más adecuada para el desarrollo de todos los seres espirituales. La voluntad del hombre facilita poder conocerlas todas, por lo que podrán ser motivo de su eterna bienaventuranza. Porque todo lo que complace la vista y el corazón del hombre, también puede percibirlo un ser espiritual, si ya ha entrado en el estado de perfección.
Todo lo que Yo he creado contribuye a que estos seres puedan llegar a ser infinitamente felices; sólo entonces lo comprenderán todo en toda su profundidad. La Mano divina actúa invisiblemente y guía a cada criatura aunque, por ahora, esto no lo comprendéis todavía pues aún no conocéis al Espíritu de la Sabiduría que todo lo domina y mantiene desde todas las eternidades. Todo ello sólo se volverá patente para vosotros cuando hayáis entrado en las regiones luminosas. Mientras todavía estéis en la Tierra, únicamente debéis buscar la relación correcta con vuestro Creador para que vuestro espíritu tenga la mayor iluminación posible y para alcanzar la comprensión más profunda que se pueda de los milagros de la Creación divina. El día que dejéis vuestro cuerpo físico atrás no cesaréis de maravillaros al conocer las pruebas del Amor y de la Omnipotencia del Padre eterno. Pero para que toda la obra de la Creación se os manifieste hará falta la plena conformidad interior, la plena voluntad de llegar a Mí. Sólo entonces podré mandaros mi Espíritu que os introducirá en toda la Verdad.
Ya cumplís suficiente con el mundo si realizáis vuestra tarea de hacer el bien al prójimo. Pero con vuestra misión espiritual sólo cumpliréis si intentáis acercaros a Dios empapados de amor hacia Él, si apreciáis los milagros de la Creación y empezáis a conocerle y a sentir un gran respeto por su Amor y Omnipotencia a través de los mismos. Sólo entonces se establecerá la verdadera relación entre vosotros y el Padre que, luego, con todo Amor, os descubrirá la Creación si, en el marco de vuestras condiciones terrenales, sois receptivos. Únicamente el tránsito a las esferas luminosas del Más Allá garantiza los conocimientos y la percepción globales del Amor, de la Sabiduría y de la Omnipotencia de Dios.
Amén.
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