0671 Vanidad de los bienes mundanos
16 de noviembre de 1938: Libro 14
Los bienes mundanos han de existir para que haya en ellos una piedra de toque que ponga a prueba la fuerza de voluntad de los hombres. Pues deben superar estas tentaciones con su libre voluntad, ya que únicamente así el alma puede separarse de la materia y alcanzar la madurez necesaria.
Continuamente se advierte sobre todo aquello que el hombre considera obstinadamente como propiedad suya y quiere poner a salvo del mundo y del prójimo. Precisamente este afán de querer todo para sí mismo, resulta lo más detestable ante Dios. Pero los bienes de aquel que de buen grado los comparte con quien no tiene nada o poco, y que con sus riquezas apoya a los pobres, cumplen con su verdadera finalidad y sirven para el bien del hombre.
Porque la misma medida que vosotros apliquéis a los demás, también os será aplicada a vosotros.
Amén.
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