Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0592
0592 Espíritu de Dios....
23 de septiembre de 1938: Libro 13
De modo que el Espíritu fue guiado para que encontrara su camino hacia Dios a través de todos los peligros.... No pudo resistir Su poder divino y permaneció en el poder de Aquel, Quien formó su vida. Pero qué indeciblemente difícil es librarse de los demonios que también están probando su poder en él.... Cuán activo debe ser el Espíritu de Dios y ininterrumpidamente la unión con el alma. Y esto tanto más cuanto propositivo es el ser humano como tal. ¡Cuán a menudo su perseverancia está dirigida precisamente al esfuerzo opuesto que a la unificación con Dios. Entonces el alma se nueve en el camino equivocado mientras está en problemas espirituales, Porque la intervención violenta del poder divino nunca desencadenaría el amor por Dios.... El hombre mismo debe encontrar su camino hacia Dios y luego querer servirle en amor.
De este modo, todo producto espiritual.... toda instrucción producirá un encuentro de sí mismo en el amor divino, y ahora se producirá un renacimiento del espíritu sin resistencia, y el corazón se abrirá ahora a todas las cosas espirituales, y el ser humano recibirá la gracia del cielo y ahora solo se preocupa por su alma. Por tanto, dejad que el Padre se preocupe sólo de como considera a Sus criaturas, e incluid sólo en vuestras oraciones a todos aquellos que amáis.... Recordad el poder del Altísimo y resistid todas las dudas.
Los que descienden a vosotros por el éter azul tienen un gran poder, y gracias a este poder obran en el sentido de Dios y no dejan nada sin probar lo que sirve al alma al reconocimiento. Muchos quedarán en la tierra como prueba para que se expresen visiblemente, y no podéis averiguar qué caminos están prescritos para ellos....solo habrá luz en estas partes donde comienza su obra, y los corazones se encenderán en amor.... Entonces sabed, que esta es una tarea extraordinaria.... Enfrentados a ellos con buena voluntad, dejaos instruir y escuchad cada Palabra que os es dada. Porque si el Espíritu de Dios ha de llenaros, debéis permitir que entre en vuestros corazones....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise