Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0575
0575 Inundaciones de amor.... Palacio del rico.... Chabola de pobreza....
6 de septiembre de 1938: Libro 12
Todos los que obedecen la voluntad divina y solo se preocupan por la salvación de su alma pueden sumergirse en las inundaciones del amor divino. Mientras que la humanidad solo se preocupa de las preocupaciones diarias y vive sin pensar, el baño vigorizante faltará mucha, porque sin el amor divino nunca podrá liberarse del deseo mundano. Pero el amor es tan fácil de adquirir.... Solo un pensamiento amoroso para Él, Que os ha dado la vida.... solo un agradecimiento por ello y el deseo de hacer siempre lo correcto en la tierra en el sentido de Aquel, Quien os ha creado.... Y entonces ya seréis atrapados y guiados por el amor de Dios, y esto tanto tiempo mientras tengáis buena voluntad.
Pero si os apartáis del pensamiento de Dios.... si queréis hacer vuestra propia vida según vuestro propio juicio, entonces Dios también se apartará de vosotros, porque ama a cada uno íntimamente que Le reconoce, pero no impone Su amor a ningún hombre quien quiera caminar solo en la tierra. Con que facilidad podrían hacerse las personas su propia vida si caminaran con Él en todas las situaciones, ya sea en alegría o en dolor.... cuánto más estimulante sería la alegría, y que fácil sería soportar el dolor.... Si querríais compartir todo con Él, el Señor y Salvador, que siempre está cerca de vosotros con Su amor.
Si la personas ven a su Dios solo en posesión terrenal, solo encontrará un corazón duro allí, porque la riqueza terrenal no está destinada a ennoblecer los corazones humanos, sino que todos los vicios y malos costumbres tienen su raíces en el deseo de oro y bienes.... de las posesiones terrenales.... ¿Dónde podéis encontrar el amor divino en esto? El Señor habita donde es llamado, pero la llamada a Él rara vez proviene del palacio de los ricos, pero con mayor frecuencia proviene de la chabola de la pobreza. La necesidad más oscura a menudo obliga al hombre a refugiarse en Dios para pedirle ayuda, y un hombre que no está pegado al bien terrenal puede ofrecerse plenamente al Padre celestial. Cuán lastimosamente desciende el amor de Dios sobre tal niño humano.
Sin embargo, aquellas personas que se entregan a la riqueza y no encuentran el camino hacia al Padre, tienen que morir de hambre a pesar de todas las riquezas.... ciertamente arrancan todo los que les ofrece el mundo, pero se encuentran en una gran pobreza, porque el espíritu y el alma están en una situación desesperada porque carecen del amor de Dios. El esplendor mundano y el poder mundano no reemplazan la fuerza de la gracia del amor divino, por eso vosotros, los humanos, debéis tener más cuidado en adquirir esta, ya que es accesible para todos vosotros y todos pueden sumirse en las inundaciones de amor divino para que él sea fortalecido en cuerpo y alma y encuentra fuerza en exceso para la tarea que se le encomienda para la existencia terrenal....
Amén
Traducido por Hans-Dieter Heise