Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0562

0562 Don de hablar.... Contradicción.... Fuerza de voluntad.... Verdad y voluntad

30 de agosto de 1938: Libro 12

Las palabras que revelan la verdad divina te llegarán sin interrupción, mientras diriges tus pensamientos con fe al Padre celestial y buscas cumplir Su voluntad. Pero el don de hablar solo se te puede ser otorgado primero en el momento de tu trabajo.... es decir, cuando tu conocimiento es tan grande que puedes repartir lo que has recibido. Porque el mundo siempre hablará en contra, y se requiere de un gran don de hablar para luego enfrentarlo de manera consistente. Sin embargo, cualquier duda se desvanecerá cuando toda objeción pueda ser refutada, y para alcanzar esta madurez de conocimiento se necesita mucha devoción y fuerza de voluntad, por la cual debes luchar y orar constantemente....

Llegarán días en que una palabra simple de contradicción ya puede debilitar tu fuerza de fe, y entonces es importante refugiarse más íntimamente en tu Salvador, y saldrás de tal peligro doblemente fortalecido. El amor también debería demostrar su fuerza allí. Todo lo que haces en el amor fortalecerá tu fuerza y tu fe. Y entonces el Padre celestial quiere afrontar un nuevo tiempo con toda fuerza a través de sus siervos y por eso solo se necesita la buena voluntad para estar verdaderamente dispuesto a servir al Señor. Entonces, todos los requisitos previos necesarios serán claros y comprensibles para el niño terrenal, reconocerá su tarea y podrá dedicarse a ella sin miedo.

Se elimina toda compulsión del alma, el niño se volvió al Padre completamente voluntariamente.... con la voluntad de servirlo, y a partir de entonces sus acciones en la tierra también serán completamente libres, porque la voluntad de servir le dio todo lo que necesitaba. Porque la voluntad se sometió a la voluntad divina, y entonces el niño terrenal está protegido de la influencia falsa.

Los acontecimientos más lejanos siempre estarán en armonía con la voluntad divina, porque el Espíritu de Dios se lo anuncia al hombre, y ahora él dirige todos sus pasos por sí mismo según la voluntad divina. Y así, él solo percibe en sí mismo las normas que Dios le manda.... Piensa y actúa de acuerdo con la verdad siempre que tenga la voluntad a servir a la Deidad en verdad y amor puro. La mayor gracia para el Señor es comunicarse por Sí Mismo con un ser terrenal, y en la plena posesión de tal gracia solo la verdad puede existir verdaderamente en el hombre.... Y entonces también la voluntad divina puede obrar a través de él sin obstáculos, porque el corazón se abre voluntariamente a todo lo divino y, por lo tanto, permanece permanentemente bajo la influencia divina.

A menudo surgen resistencias inimaginables por un lado.... y apoyo activo por otro lado.... Y ambos del mundo espiritual.... pero las buenas fuerzas espirituales, ya que también corresponden a la voluntad divina, pueden expresarse sin obstáculos, debido a la voluntad del niño terrenal que anhela la verdad y se aleja conscientemente de todas las contracorrientes. Cuanto más fuerte intenta la voluntad de acercarse a la Deidad, cuanto más pasa Ella al ser humano.... y así el Espíritu de Dios se unifica siempre más íntimo con el alma.... y de esto nuevamente el alma vuelve a sacar la fuerza....

(Interrupción)

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise