Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0546
0546 Nuevas leyes.... Enseñanza de Jesucristo....
14 de agosto de 1938: Libro 12
Pensad cuántas fuerzas os rodean, buenas y malas.... y que estáis expuestos a ambas fuerzas, dependiendo de vuestra actitud, ya sea que afirmáis lo bueno o lo malo. Y entonces imaginaos la gran responsabilidad que habéis asumido para vuestra alma.... Recordad, que podéis lograr cosas infinitamente bellas y que también podéis hundir vuestra alma en la ruina y que eso determina vuestro libre albedrío cada vez....
Entonces debéis tener una idea de cuán preocupado está el divino amor paternal por el bienestar por vuestra alma y como Él, por lo tanto, trata de advertir y detener a cada ser humano del paso que podría llevar a la ruina del alma.... Y que Él, por lo tanto, os quiere hacer comprender que solo debéis prestar atención al alma para poder disfrutar de la bienaventuranza sin medida un día. De modo que el Padre celestial continuó enviando amonestaciones a Sus hijos terrenales y se ocupó de que cada alma se diera cuenta de Su voluntad....
Él ha llamado la atención de toda la humanidad sobre la cuestión de la deidad de Jesucristo.... Dejo que la lucha estallara que el mundo y sus seguidores están declarando al Hijo de Dios.... Y que permite todo esto sucede solo por el amor verdadero a esta humanidad, para que comience a investigar en el corazón lo que solo reconoció superficialmente o también negó. La gente piensa que se puede librar de la vieja enseñanza sin malas consecuencias, que Dios Mismo le comunicó a la gente durante Su caminar en la tierra, pero este propósito le traerá consecuencias tan nefastas que la tierra todavía verá mucho sufrimiento y dolor y esto por su propia culpa.
La nueva ley será proclamada y dará a las personas una cierta libertad religiosa, pero las secuelas son inevitables porque el Padre celestial debe llamar seriamente la atención de las personas sobre el hecho de que están caminando por caminos completamente equivocados cuando tratan de liberarse de la creencia en el Señor Jesucristo y Su Obra de Redención. Entonces volvería a producirse el mismo estado entre las personas que antes de la estancia del Salvador en la tierra.... En la misma oscuridad moraría la humanidad en la misma gran pecaminosidad, y el Salvador de la angustia del alma.... Jesucristo.... sería rechazado de nuevo como antes de Su muerte en la cruz....
El camino está abierto para todos.... al cielo o al infierno.... Pero quien no confiesa a Jesucristo nunca podrá encontrar el camino al hogar eterno; sólo puede recorrer el camino del infierno, porque al mismo tiempo rechaza todos los medios de gracia que el Señor ha hecho accesible a los niños de la tierra a través de Su Obra de Redención, y dado que el hombre por sí solo, sin la gracia divina, es demasiado débil para alcanzar el objetivo correcto en la tierra, entonces ya no se le da la oportunidad de participar en la vida eterna por su propia fuerza, porque todo esto lo adquirió el divino Salvador para nosotros a través de Su muerte en la cruz....
¿Pero cómo se le debe disfrutar de estas gracias quien rechaza la enseñanza pura de Cristo y trata de reemplazarla por la doctrina moral mundana?.... Pero cuando llegue la hora del ajuste de cuentas, tendrá que arrepentirse amargamente y ver el gran error, y solo por falta de cualquier conocimiento, se le podría perdonar la culpa.... Pero si a sabiendas rechaza lo absolutamente necesario para su beatificación, nunca podrá en el grado de perfección que le permite entrar en la casa del Padre. Y así examina cada uno y pide a Dios desde el fondo de corazón por iluminación, cuando el mundo quiere intentar a destruir la fe en Jesucristo como Hijo de Dios....
El Padre celestial escucha a los que llaman y nunca deja que sus oraciones se desvanecen descuidadamente.... Concederá la ayuda amorosamente y levantará la fe allí y guiará a las personas a la verdad para que su fe se fortalezca y para que tengan que reconocer en el divino Salvador, el Redentor de la humanidad y que Sus enseñanzas se establezcan firmemente en los corazones de las personas para ser difundidas nuevamente por toda la tierra.
Y el divino Redentor dará Su bendición para esto, para guiar a innumerables almas al camino correcto y para acercarles el reino celestial.... Y el rebaño de Sus seguidores proclamará Su nombre en voz alta y sin amor, y el Señor los bendecirá por toda la eternidad....
Amén
Traducido por Hans-Dieter Heise