Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0466

0466 Obra de Redención.... Creer en ella es necesario....

14 de junio de 1938: Libro 10

Lo que se te ofrece es la voluntad del Señor, y por eso estás recibiendo hoy un mensaje que de manera comprensible toca un gran problema, que a vosotros los humanos os resulta tan difícil de comprender.... la mayor parte de la humanidad se encuentra en un grave error, si cree que puede lograr méritos en el más allá y, sin embargo, no ha hecho su parte en la tierra para mantener la fe en Jesucristo como Hijo de Dios.

La persona bien puede ser justa, puede haber cumplido siempre fielmente sus deberes en la tierra.... también puede haber actuado como un hermano hacia su prójimo.... pero ha negado a Jesucristo.... entonces su recompensa será verdaderamente muy pequeño, porque como no quiere reconocer al divino Redentor, nunca será redimido de su culpa de pecado, porque sólo la fe puede librarlo, y en Cristo todos los hielos de la vida se unirán siempre y para siempre.... Y donde esta fe se aparta de la idea de la Redención.... donde se duda y se niega de la Divinidad del Salvador, allí la Deidad Misma también se aparta....

El pensamiento recto de un hombre sin duda probablemente será reconocido, pero hasta que el corazón de tal hombre no confiese a Cristo, tampoco puede tener lugar el renacimiento del espíritu, y sin esto el camino a la felicidad eterna nunca será allanado. Quien ha sido educado para creer en Cristo, pero no quiere ni puede confesarlo, tendrá que recorrer un largo camino en el más allá.... Y su búsqueda de la verdad será difícil y de larga duración.

Ninguna toma de consideración de los mandamientos de Dios, por estricta que sea, conseguirá lo que el claro reconocimiento de la Divinidad de Jesús puede lograr en poco tiempo. Si uno siempre quisiera considerar una cosa, que el Señor caminó sobre la tierra por causa de la culpa del pecado de la humanidad.... ¡Cuán claramente comprensible es entonces que la culpa del pecado del hombre no puede ser redimida mientras no quiera reconocer tal obra de Redención! La ve más bien como un acto de sacrificio humano, que sin embargo carece de toda Divinidad.

Así que tal hombre nunca podrá sentir en sí mismo las gracias y bendiciones de la obra de Redención.... Sólo entonces reconocerá las señales de la Divinidad cuando, en caso de duda, pida al Padre celestial que le ilumine, lo cual se le concede voluntariamente y de buena gana, y ahora se le señala de manera tan obvia la verdadera obra del Hijo de Dios en la tierra. En Su indescriptible bondad el Señor trata de acercarse a cada uno.... Él quiere dar a cada uno la plena comprensión y siempre vendrá a ayudar donde el hombre solo se cansa, pero la voluntad debe ser buena.... no está permitido rechazar lo que es incomprensible para él, sino que debe pedir la iluminación, que luego se le concede voluntariamente.

Pero entrar en el reino del Padre no es posible sin la fe en Jesucristo.... la puerta a este solo se abrió a través de la obra de Redención.... pero ¿cómo se supone que va a pasar por esta puerta quien duda de la Divinidad del Redentor.... Los hombres han sido suficientemente informados cuál fue el propósito del descenso del Salvador en la tierra.... no reconocer esto, pero entonces esperar Su bendición es completamente impensable.... Y vosotros humanos no tenéis otra posibilidad que la de adquirir el reino de los cielos por medio de la fe.... pero sin fe estáis tan lejos de ello que vuestras luchas de otra manera son en vano.

Ciertamente podéis llevar diligentemente una buena vida, a través de esta podéis adquiriros muchas gracias, pero estas gracias siempre os ayudarán a encontrar y fortalecer esta fe en Jesucristo, sólo entonces vuestro caminar en la tierra será coronado con verdadero éxito.... sólo entonces podréis entrar en el reino eterno, que os fue abierto por medio de Jesucristo, vuestro Señor....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise