Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0465
0465 13.6.... Antonio?....
13 de junio de 1938: Libro 10
Vas por la vida en un cuidado seguro, porque el Señor es tu guía.... tu corazón nunca podrá separarse de Él, Quien te concede todo lo que es necesario para tu salvación eterna. Y ya que pides el amor del divino Salvador, Su poder obrará con infinita sabiduría y se expresará en tu actividad en la tierra.... ahí enseñando, ahí señalando, pero siempre en beneficio de la humanidad, porque donde está el Señor, allí está Su Espíritu.... y donde está el Espíritu de Dios, también está la luz.... pero en la luz hay vida.... y quien la tenga será bendecido por siempre.
Pero el don del Señor también impone deberes, y estos exigen fuerza.... pero es nuestra alegría y felicidad dar fuerza a los que confían en nosotros.... si te vuelves a nosotros, serás más fuerte; en lugar de Dios y en Su nombre te consideramos, estimulamos tu espíritu y te damos el conocimiento acerca de la sabiduría divina.... En lo más profundo de tu mente aprendes a sentir, cada Palabra es refrigerio para ti y será más y más para ti cuanto más tiempo pases bajo nuestra protección.
Porque nosotros también te protegemos de los problemas del alma, te guiamos cuidadosamente más allá de los acantilados una y otra vez hacia al divino Salvador.... y conocemos tu necesidades, tus errores, tus peticiones.... y siempre estamos listos para ayudarte donde tu llamado llegue a nuestros oídos. El sol una vez nos cobijó a ambos.... Yo di al Padre una garantía para ti, que tú eras querido para Mí, y ahora redimo esta y traigo al Señor un hijo que voluntariamente acepta Sus Palabras y que trata celosamente de cumplir la voluntad divina.
La necesidad de la tierra pasará, tú la vencerás con nuestra protección.... el Salvador vivirá en tu corazón y todos cantaremos alabanzas y honra al Señor, que con tanto amor cuida de los niños de la tierra y los atrae hacia Su corazón de Padre. En esta hora santa tu espíritu se ilumina y recibe lo que el cielo le da, y donde en la vacilación la mirada se eleva al Señor, allí dirige a Sus fieles servidores para que acudan en su ayuda.
Y así, todos obramos de este poder de Dios incansablemente para el Señor y hablamos a los que son Suyos y les contamos del amor sobremanera grande del Salvador.... Solo necesitáis tomar esto en vuestros corazones, y así el Espíritu de Dios está activo en todas partes donde se Le ruega sinceramente, porque el Señor da lo Suyo con todo Su amor, con toda gracia y con todo consuelo.... Entrará en toda gloria, el que se deja considerar y cuyo corazón permanece en el Señor hasta su última hora en la tierra, donde lo llevaremos a Su reino celestial.... amén
Traducido por Hans-Dieter Heise