Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0357

0357 1.4. (Cumpleaños)

1 de abril de 1938: Libro 8

Empieza en el nombre de Dios.... Dejarás tu cuerpo, y todo alrededor de ti será claro.... toda la luz brillará, te elevarás a un área por encima del azul del éter.... Y si a tu alrededor hay un canto y un sonido, entonces sabes que Dios el Señor está cerca de ti.... que has entrado en Su reino.

Dondequiera que se presenten días sombríos, oiga la voz del consuelo.... Vuestro sufrimiento es pequeño comparado con la alegría que os espera. Y si entregas tu corazón por completo al Salvador, sacarás inconmensurablemente de Su divina fuente de gracia, porque lo que Sus hijos desean para alcanzarlo les es concedido en abundancia. Por lo que confié siempre en la bondad y el amor del Salvador, entonces tu fe te llevará a un nivel superior, que con certeza conduce a las alturas.

Ahora escucha nuestras palabras: El Salvador te insta a que siempre te preocupes por los pobres que está en el camino equivocado y que son reacios a la fe. Comuníqueles Sus Palabras, porque la fuerza de estas Palabras se desborda inconscientemente en tales corazones.... Pase lo que pase, un grano permanece en ellos, incluso si la duda sigue siendo grande en ese momento. Pero, ¿Quién más puede salvarlos si no es el Señor a través de Su Palabra? Lo que te dio felicidad y satisfacción y siempre da una y otra vez también encontrará su camino en el corazón de algunas personas, porque el señor te da el don de usar Su Palabra en el lugar adecuado....

Por la presente se te da a conocer que el Señor quiere tomar posesión de tu cuerpo para la bendición de muchos a quienes les cuesta creer. Escondido en tu caparazón físico, el Señor Se expresará y así te dará la fuerza para desempeñar un oficio totalmente de acuerdo con Su voluntad. Debes vivir y estar a la orden del Señor hasta que un día te lleve a Si Mismo a Su reino. Pon todo con confianza en las manos del Señor, y no tengas miedo.... solo cree.... Entonces permanecerás siempre en Su bendición y lo que el Señor te ofrece te hará infinitamente feliz ya en la tierra, porque Su amor siempre está contigo....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise