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Dissolving the soul shell.... necessity....

Anyone who closes himself off to the word of God is still surrounded by a shell which stops the effect of the divine word. He cannot feel anything, God's emanation of love certainly touches him, yet due to his own immaturity the soul is insensitive to it, and it remains so until it is active in love itself. The word of God is intended to stimulate activity in love, and therefore it first has to be received with the ear and conveyed to the heart through the human being's will. If the heart is now ready for love activity then the human being accepts the word of God ever more joyfully and hungrily; but if he is incapable of love then he rejects it, he closes himself off to its effect, and the soul remains in dense encasement to its own disadvantage. The strength of divine love, which is conveyed to the human being through the word, cannot penetrate this envelopment and consequently cannot awaken the spirit in the human being's soul to life either. The spirit of God cannot make contact with the spiritual spark in the human being and the human being always remains isolated from spiritual strength. Nevertheless, the word of God shall be offered to him again and again, his intellect shall be stimulated even though his heart remains inactive and unwilling. He shall be prompted to think by love being preached to him again and again. The soul of a rejecting person is to be regarded as an unfree, unhappy being which cannot help itself from its bondage alone, and it should be the constant endeavour of fellow human beings to bring help to this soul. The fact that this help consists of stimulating the human being into loving activity therefore results in the necessity to repeatedly bring the word of God to him in love and patience. Every opportunity is to be used, and a servant of God should never tire in this work, for the hardship of the souls is exceedingly great, which walk along in the night of the spirit and cannot register any progress in their higher development. People should be admonished to at least make an attempt to work in love so that they will feel the success in themselves and become aware of the strength which arises from loving activity. Then they will also listen more to the word of God and, even if they don't want to admit it yet, nevertheless think about it, and this is already a step forward. The strength of God must be supplied to the human being, since without it he is weak and unable to mature spiritually. As soon as the will to do good is present, strength flows to the human being through prayer. But if this will is first to be turned towards God, the strength must also flow to him because he is too weak to change himself and his will. And this strength is the divine word.... but it can only become effective when it is willingly accepted. And therefore the love of the fellow human being must come into play, for what is offered in love does not easily miss its effect.... The fellow human being must lovingly try to explain to the person the consequences of a loveless way of life and present to him the successes of a life of love which he can achieve himself if he does not close himself off to the word of God, and he himself must set a good example by practicing the life of love he preaches himself, by giving love and thereby awakening reciprocal love again, and he will achieve success by the fact that a good example encourages imitation. And once the human being has made the attempt, every good deed will result in further deeds of love, for then the strength from God will already be active in the human being.... love makes him happy, and now the human being will also open himself up to the word of God more and more, for it will gain life, it will no longer merely be words which touch the ear but will penetrate the heart.... the cover which surrounds the soul will become increasingly weaker until it is completely dissolved by the working of love and the spirit will then awaken to life. And now it can be constantly active.... now the word of God no longer penetrates the human being from outside but it is offered to him from within, from his spirit; the spirit teaches him and forcefully presents to him the necessity of a way of life according to God's will. The spirit impels him to activity, to work in love, the spirit guides him into truth.... He now receives the divine gospel through the spirit within him. And he will be instructed in the divine teaching of love as well as in the most profound spiritual truths, so that he can now acquire knowledge which is no longer imparted to him from outside but which is offered to him by divine love itself through the word which the spirit in the human being receives from God Himself and now imparts to the soul, which is extremely grateful as soon as it has shed its shell and entered into fusion with the divine spirit within itself. For only now does the human being live when soul and spirit work together....

Amen

Disolviendo el caparazón del alma.... Necesidad....

Quien se cierra a la Palabra de Dios, su alma todavía está rodeada por un caparazón que detiene el efecto de la Palabra divina. No puede sentir nada, la irradiación del amor de Dios probablemente le toca, pero debido a su propia inmadurez del alma es insensible a ésta, y la seguirá siendo hasta que ella misma está activa en el amor. La Palabra de Dios pretende estimular la actividad en el amor, y por eso debe ser recibida primero con el oído y transmitida al corazón a través de la voluntad humana. Si el corazón ahora está dispuesto a obrar en el amor, entonces el humano recibe la Palabra de Dios cada vez con más alegría y hambre; pero si es incapaz de amar, entonces la rechaza, se cierra a su efecto, y el alma permanece en un denso recinto en perjuicio suyo.

La fuerza del amor divino que es dada al humano a través de la Palabra, no puede penetrar, no puede penetrar este caparazón y, en consecuencia, no puede despertar el espíritu en el alma del ser humano. El Espíritu de Dios no puede entrar en contacto con la chispa espiritual del ser humano, y el ser humano siempre permanece aislado de la fuerza espiritual. Sin embargo, se le debe ofrecer la Palabra de Dios una y otra vez, se debe estimular su mente, aunque el corazón permanezca inactivo y sin voluntad. Se le debe hacer pensar predicándole repetidamente el amor.

El alma de un ser humano que rechaza debe ser vista como un ser infeliz y si libertad que por sí solo no puede ayudarse a sí mismo a salir de su esclavitud, y brindar ayuda a esta alma debe ser el esfuerzo constante del semejante. El hecho de que esta ayuda consista en estimular a los humanos a obrar en amor, significa que es necesario acercarles continuamente la palabra de Dios con amor y paciencia. Hay que aprovechar cada oportunidad, y siervo de Dios nunca debe cansarse en esta obra, porque la necesidad de las almas es sobremanera grande que andan en la noche de las tinieblas espirituales y no pueden registrar ningún progreso en su desarrollo superior.

Se debe amonestar a los humanos que al menos intenten a obrar en el amor, para que puedan sentir el éxito en sí mismos y tomar conciencia de la fuerza que proviene de obrar en amor. Entonces estarán más dispuestos a escuchar la Palabra de Dios y, aunque todavía no quieren admitirlo, reflexionarán al respecto y esto ya es un paso adelante. La fuerza de Dios debe ser dada al hombre porque sin ella es débil e incapaz de madurar espiritualmente. Tan pronto como está presente de la voluntad del bien, la fuerza fluye hacia el humano a través de oración. Pero si esta voluntad primero debe dirigirse hacia Dios, entonces la fuerza también tiene que llegar a él porque es demasiado débil para cambiarse a sí mismo y su voluntad. Y esta fuerza es la Palabra divina.... pero sólo cuando la acepta voluntariamente puede volverse eficaz. Y por eso debe comenzar el amor al prójimo, porque lo que se presenta con amor no deja de surtir efecto tan fácilmente.

El prójimo debe tratar con amor de explicar a los humanos las consecuencias de un estilo de vida sin amor y de presentarlos los éxitos de una vida de amor, que pueden lograr por sí mismos si no se cierran a la Palabra de Dios. Y él mismo debe darles un buen ejemplo practicando la vida de amor que él predica, dando amor y con ello despertando amor a cambio, y él alcanzará el éxito dando un buen ejemplo que fomente la imitación.

Y una vez que el ser humano ha hecho en intento, entonces toda buena acción lleva a más actos de amor, porque entonces la fuerza de Dios ya obra en el ser humano.... el amor lo hace feliz, y ahora el ser humano se abre más y más a la Palabra de Dios, porque gana vida, ya no son sólo palabras las que tocan el oído, sino que penetran en el corazón.... el caparazón que envuelve el alma se debilita cada vez más hasta disolverse completamente a través de las obras de amor y el espíritu ahora cobra vida. Y ahora puede estar constantemente activo.... ahora la Palabra de Dios ya no penetra en el ser humano desde fuera, sino que le es presentada desde dentro, por su espíritu; el espíritu le enseña y le presenta enfáticamente la necesidad de vivir según la voluntad de Dios.

El espíritu lo impulsa a la actividad, a obrar en amor, el espíritu lo guía a la verdad.... Ahora acepta el Evangelio divino a través del espíritu dentro de él. Y es instruido en la Enseñanza divina del amor así como en las verdades espirituales más profundas, para que pueda adquirir ahora conocimientos que ya no le son impartidos desde fuera, sino que el mismo Amor divino le ofrece a través de la Palabra que el espíritu de Dios en el humano recibe de Dios Mismo y ahora lo transmite al alma, la cual se siente sumamente agradecida tan pronto como se libera de su caparazón y se fusiona con el Espíritu divino. Porque sólo ahora vive un ser humano cuando el alma y el espíritu obran juntos....

amén