Es ist eine überaus schwere Arbeit, die Menschen aus dem traditionellen Glauben, aus dem Formglauben, in den lebendigen Glauben zu versetzen, denn sie sind sich über das Wort "Glaube" noch nicht klar geworden, sie haben das Wort traditionell übernommen, ohne sich der eigentlichen tiefen Bedeutung bewußt zu sein und hängen vielmehr äußeren Sitten und Gebräuchen an, als dem Kern, den die Lehre Christi bildet. Sie haben zwar mit den Ohren aufgenommen alles, was mit Jesus Christus als dem göttlichen Erlöser Zusammenhang hat, und diese Kenntnis bezeichnen sie mit dem Wort "Glauben". Sie verstehen darunter nur, daß sie sich nicht auflehnen gegen dieses Wissen oder es abweisen als unwahrscheinlich. Doch sie sind weder in Einzelheiten der christlichen Lehre eingedrungen, noch sich überhaupt der Bedeutung des Erlösungswerkes bewußt, also eine gedankliche Stellungnahme zu dem, was ihnen gelehrt wird, unterlassen sie, die aber nötig ist, um lebendig glauben zu können, d.h., innere Überzeugung für jegliche Glaubenslehre zu gewinnen. Der lebendige Glaube allein kann aber nur zum ewigen Leben führen, denn jeglicher Formglaube ist untauglich zur Wandlung der Seele. Und Formglaube ist alles, solange der Mensch nicht vom tiefen Verlangen nach der reinen Wahrheit erfüllt ist. Denn dieses Verlangen erst veranlaßt ihn zum Nachdenken über das ihm vermittelte Geistesgut, dem dann die innere Überzeugung folgt oder eine bewußte Ablehnung dessen, wofür er die Überzeugung, also den lebendigen Glauben, nicht aufbringen kann. Und dieses Ausscheiden des Falschen vom Rechten muß stattfinden. Es muß der Irrtum von der Wahrheit getrennt werden, ansonsten sich die Menschen keinen rechten Begriff von Gott machen können, Dessen Wesen so vollkommen ist, daß auch alles, was von Ihm zeugt, vollkommen sein muß. Verbildete Lehren aber werden niemals das Wesen Gottes erkennen lassen, sondern stets ein Zerrbild Gottes wiedergeben. Solange aber Menschen, die ihre Mitmenschen belehren wollen.... (8.8.1949) selbst den Unterschied vom Formglauben und dem lebendigen Glauben nicht kennen, solange diese Menschen nicht sich selbst Kenntnis verschafft haben von der Wahrheit, eben durch Stellungnahme mit göttlicher Unterstützung, also zum lebendigen Glauben gelangt sind, werden sie auch nicht die zu Belehrenden erziehen zum rechten Glauben. Und es ist dies die Erklärung dafür, daß unzählige Menschen sich wohl gläubig nennen und doch weit davon entfernt sind.... daß darum der Irrtum verbreitet ist und die Wahrheit nur wenig Anklang findet, daß die Menschen vieles für Wahrheit hinnehmen, was sie bei ernstem Willen sehr wohl als Irrtum erkennen könnten. Doch sie halten sich an die Tradition, sie übernehmen gedanken- und bedenkenlos durch Generationen hindurch stets die gleichen verbildeten Lehren, die ursprünglich in reinster Form von Jesus Christus den Menschen gegeben wurden und nur dadurch Trübung und Verunstaltung erfahren konnten, weil eigenes Denken ausgeschaltet und so der Abweichungen nicht geachtet wurde. Zudem wurde den Menschen auch das bedingungslose Annehmen der Glaubenslehren zur Pflicht gemacht, so daß sie sich jeglicher Verantwortung ledig fühlen und der Glaube also immer starrer wird und ein toter Glaube keinen geistigen Fortschritt eintragen kann. Es sollen die Menschen aufmerksam gemacht werden auf ihren toten Zustand, und darum muß stets der lebendige Glaube gepredigt werden, es muß ihnen nahegelegt werden, daß sie sich nicht gläubig nennen dürfen, solange sie nur traditionell übernommenes Geistesgut anerkennen, jedoch nicht davon Besitz ergriffen haben, also es mit innerster Überzeugung, nicht nur mit dem Munde, vertreten können und daß dazu auch eine gedankliche Auseinandersetzung nötig ist. Dann wird der Schleier vor ihren Augen fallen, dann wird das Herz und der Verstand sich zuweilen weigern, etwas anzunehmen, und dann erst wird die Wahrheit sich herausschälen, die nun den Menschen beglücken und zu einem emsigen Vertreter machen wird. Und dann wird der Mensch lebendig glauben können und sich von jeder äußeren Form freigemacht haben, dann erst wird seine Seele reifen können und er ein Mitglied der Kirche sein, die Jesus Christus auf Erden gegründet hat....
Amen
ÜbersetzerEs un trabajo sumamente difícil traslada a los hombres de la fe tradicional, de la fe de formas, en la fe viva, pues aún no están en claro sobre la palabra "fe", ellos han recibido la palabra tardicionalmente, sin que sepan realmente el profundo significado y se apegan más bien a usos exteriores y ceremonias, que al núcleo que forma la Doctrina de Cristo. Cierto que ellos han acogido todo lo que tiene relación con Jesucristo, como el Salvador divino, con los oídos, y a ese conocimiento lo denominan con la palabra "fe". Bajo eso compreden que ellos no se rebelan contra ese saber o que lo niegan como inversímil. Pero ni han penetrado en detalle en la Doctrina cristiana ni son conscientes en suma del significado de la Obra Redentora, es decir un parecer mental a eso que les fue enseñado, lo omiten por completo, pero el que es necesario para poder creer vivamente, es decir, de obtener la convicción interior para toda doctrina de fe.
Únicamente la fe viva puede llevar a la vida eterna. Pues cualquier fe de forma es inapta para la transformación del alma. Y una fe de forma es todo, mientras el hombre no este lleno del profundo anhelo o aspiración a la Verdad pura. Pues ese anhelo es el que en primer lugar la motiva a la reflexión sobre ese idearío que le transmiten, porque depués sigue la convicción interior o un consciente rechazo de eso, para lo cual no le hace que aporte la convicción, es decir la fe viva.
Y esa separación de lo verdadero de lo falso tiene que tener lugar. El error tiene que ser separado de la Verdad, de lo contrario los hombres no pueden hacerse ninguna idea justa de Dios, Cuyo Ser es tan perfecto que todo también que da testimonio de Él tiene que ser perfecto. Dotrinas deformadas jamás dejarán que se reconozca el Ser de Dios, sino que siempre reproducirán una caricatura de Dios.
Pero mientras quieran los hombres enseñar a sus semejantes, los que ellos mismos no conocen la diferencia entre la fe de forma y la fe viva, mientras esos hombres no se hagan proporcionado ellos mismos el conocimiento de la Verdad, precisamente tomando un parecer por medio de la reflexión, con el apoyo divino, es decir, que hayan llegado a la fe viva, tampoco llegarán a la verdadera fe a los que educan enseñndo. Y esta es la explicación para eso, de que innumerables hombres se llaman ciertamente fieles y, sin embargo, están muy lejos de serlo y, que, por esa está tan extendido el error y la Verdad no halla buena acogida, de que los hombres toman muchas cosas por Verdad, lo que muy bien reconocerían como error en seria voluntad. Pero ellos no atienen a la tradición, se apropian sin reflexionar y sin escrúpulos de las mismas enseñanzas deformadas a través de generaciones, las que en su origen fuerno dadas a los hombres por Jesucristo en la forma más pura y que sólo de ese modo pudieron sufrir enturbiamiento y alteración, porque se eliminó el propio pensar y de ese modo no tuvieron el desvío en cuenta además se les hizo también a los hombres la obligación de aceptar sin condición la doctrina del dogma, de tal modo que se sentían dispensados de toda responsabilidad y de ese modo la fe se hizo cada vez más rígida y a una fe muerta no puede aportar ningún progreso espiritual.
A los hombres se les debe llamar la atención sobre su estado muerto, y por eso se tiene que predicar siempre la fe viva, se les tiene que sugerir y hacer comprensible que no pueden llamarse fieles, mientras sólo reconozcan la ideología tradicional que han asumido y recibido sin embargo no la han tomado en posesión, es decir no sólo con la boca, sino que con la más íntima convicción puedan reprensetarla y que para ello es necesario una exposición mental. Entonces caerá el velo ante sus ojos, entonces rehusará el corazón y el entendimiento en aceder a algo, y entonces saldrá a la vista la Verdad, la que ahora hace feliz a los hombres y los hará representantes aplicados. Y entonces el hombre puede creer vivamente y se habrá liberado de toda forma exterior, después primero puede madurar su alma y ser él un miembro de la Iglesia que Jesucristo ha fundado en la tierra.
Amén
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